viernes, 30 de abril de 2010

¡AY! QUE MALITO ESTOY

Estamos en vísperas del último asalto del Circuito de Carreras Ecosport, la Subida a Sonsoles. Así que es una buena excusa para comentar uno de los aspectos más habituales de los preliminares de las carreras: las excusas.
¿Qué tal estás? “Uy, fatal. No he dormido nada, tengo un flemón, me he caído y me he golpeado la rodilla con la tapa de una alcantarilla, me ha sentado mal el desayuno, tengo una ampolla en la planta del pie y un golondrino que no me deja bracear”. ¡Caramba!, piensa uno. ¡Qué tio más valiente! A pesar de todo lo que tiene encima, sale a correr.
Si sigues preguntando, te encuentras con que ha ocurrido una tragedia en la ciudad y no solo el colega anterior, sino una buena proporción de corredores han sido víctimas de un cataclismo. Casi todos están fatal. Casi todos han pasado la noche en vela. Casi todos tienen un flemón y así sucesivamente hasta dar con una población de golondrinos superior a la de golondrinas.
Total, que si los jueces de la carrera supieran lo que padecemos los corredores antes de la salida, deberían suspender la prueba por prudencia. O por compasión.
Eso sí. Basta un “preparados, listos, pum” y cual pócima misteriosa, todos los males desaparecen por arte de encantamiento. El colega sale disparado sin asomo de dificultad en el apoyo del pie, de la rodilla y en el braceo. Pronto se le pierde de vista. Detrás, todos los demás, sin aparente dificultad. ¡Alguno habrá que tenga razón!
Después llega el encuentro en la meta. “¿Qué tal?”, vuelves a preguntar al colega. “Tío, fenomenal. Me he encontrado de lujo”. “Y ¿tus dolores?”, preguntas maliciosamente con cierto mosqueo. “Bueno, me ha dolido un poco el pie”, te responde mientras se va a disfrutar del resultado y sin querer entrar en más detalles. No sea que le pidas que te enseñe el pie.
Me recuerda los exámenes de la carrera. En la puerta de entrada todo era un “Ay-Mary-que-mal-lo-llevo”. En la salida del examen un “Ay-Mary-que-mal-me-ha-salido” y en el tablón de las notas, la amiga de Mary y la propia Mary te sacaban un 9, mientras tú, que habías terminado tan contento te marchabas (tan contento) con un 6. En el mejor de los casos.
Mañana habrá un nuevo ritual. Volverán las golondrinas y los golondrinos a revolotear por la línea de salida. Vereis que carrerón hace el colega.

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