viernes, 12 de noviembre de 2010

EL QUE NO COMPITE ES PORQUE NO QUIERE (O NO PUEDE).


El que no compite es porque no quiere (o no puede). Este fin de semana pasado ha habido una concentración de carreras tan grande que quien más quien menos ha podido elegir provincia, distancia, recorrido y compañía.
El primer cross de Cabrerizos en Salamanca, con los hermanos Piedelobo y los Del Caso entre otros abulenses, dando guerra desde el principio en la clasificación. También estuvo por allí Manolo Galán. Me alegra verle de nuevo en una clasificación La Media Marathón de Palencia, con Yolanda Vázquez ganadora en categoría femenina.
Los 10 kilómetros de Tres Cantos, con Olivares entre los primeros clasificados.
El cross de San Martín de Valdeiglesias.
Yo me fui hasta Getafe a probar fortuna. Una vez más me perdí para llegar al polideportivo Juan de La Cierva (sospecho que lo cambian de sitio cada año. Tengo que confirmarlo, pero creo que estoy en lo cierto). Más de mil corredores con buen ambiente y mejor temperatura. Mi primera competición sin plantillas en varios siglos. Me noto un poco raro. La salida es cuesta abajo, voy fuerte aunque controlando las sensaciones. Un giro en rotonda nos envía de nuevo hacia la salida, ahora cuesta arriba. Pulso el crono en el kilómetro 2. Marca 14 centésimas. Voy rápido, pero no tanto. Mi crono ha querido contribuir en el cambio de mentalidad. A correr por sensaciones sin mirar los parciales. En el kilómetro 5 me adelanta Jose María, el bombero maratoniano de Navalacruz. No puedo seguirle. No es novedad. Nunca le he podido seguir, así que hoy no iba a ser diferente. Se me está haciendo larga la carrera. Por el kilómetro 8 decido que tengo que ir más deprisa e intento forzar. Me acompaña el recorrido que es ligeramente cuesta abajo. Último giro y llego a meta: 38’ 09’’, es decir, mucho mejor de lo esperado. Pero no queda ahí la cuestión. La mejor noticia es … que ¡no me duele la rodilla!. Una semana sin plantillas y estoy mucho mejor. No voy a sacar conclusiones todavía al respecto porque es muy pronto y la “estructura ósea”, el esqueleto, el edificio, se debe estar recolocando conforme a una nueva situación de la pisada, pero … ¿y si la solución estuviera ahí?. ¿Se mecambiarán los dolores de sitio? Veremos.

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