martes, 22 de marzo de 2011

CIRCUITO ECOSPORT2011: TROFEO NAVAS CENTER



Se celebró la primera carrera del circuito.
La primera carrera de 10 kilómetros que se organiza en Ávila. Y para que no se me olvide más tarde y dejar clara mi opinión en relación a una injusta y más que artificial polémica, la organización estuvo perfecta. PERFECTA. No digo más. Bueno si: que a algunos les gusta criticar más que correr y eso es muy triste. Ecosport: gracias. No hagáis mucho caso a ciertas opiniones: si algunos tuvieran que organizar algo no jugábamos ni a las chapas.
El día, estupendo para correr. El circuito llano. Mucha gente. Gran ambiente. De salida me sitúo entre un grupo de estrellas: Los Piedelobo, Encabo, Alfonso, un corredor del Paris madrileño con el que he hecho multitud de carreras, Diego Jimenez, Toribio… Me pego a ellos con más valentía que sensatez. Pasamos el primer kilómetro en 3’33’’. Este no es mi ritmo. Pero… el mundo es de los valientes.
Por la contrameta hay una gran animación. Soto al micrófono. Sigo a cola del grupo. El segundo kilómetro cae en 3’40’’ y el tercero en 3’ 41’’. Poco después el que cae soy yo (caer de forma figurada, nadie se piense que me voy al suelo). Me retraso unos metros que serán definitivos. Nos quedamos juntos Diego, Toribio y yo. Aún me noto con fuerza así que no me importa tirar. Adelantamos unos cuantos puestos. Julio entre ellos. El kilómetro 4 lo paso en 14’45’’. El 5 en 18’35’’. Diego se me escapa y me quedo solo.
Ocho años “piando” para que alguna de las carreras del circuito tuviera más de 5 o 6 kilómetros y cuando me la ponen me sobra la mitad.
En efecto. Se me funden los fusibles.
Poff.
No voy bien.
Me quedo sin fuerzas y, peor aún, sin ganas de esforzarme. Pierdo algún puesto a la vez que mis kilómetros se hacen más lentos. 22’29’’ en el 6 y 26’22’’ en el 7.
Esta es mi octava participación en esta prueba y para ser sinceros, no recuerdo acabar contento ninguna. No sé por qué. No me pasa lo mismo con las otras carreras del circuito. A pesar de la dureza de las dos vueltas a la Muralla, o de la Subida a Sonsoles, incluso la Carrera del Resucitado, tengo presentes algunas participaciones muy satisfactorias. Pero en este recorrido, presuntamente el más sencillo… no lo he conseguido.
Todavía.
Alcanzo el kilómetro 8 en 30’13’’. Para entonces se me han pegado dos corredores. Vamos juntos los tres hasta que deciden marcharse. Mis piernas no dan mucho más de sí, así que ellas mismas toman la decisión de no intentar la locura de seguirles.
¿Por qué no tengo fuerzas? No lo sé. Entreno menos, de acuerdo, pero no menos que en noviembre y entonces corrí en 37’ algo un 10.000. Por no hablar de la San Silvestre. Va a ser verdad que en Vallecas llego al 120% de rendimiento.
Estoy cansado. Punto. No hay más explicaciones. Hay días mejores que otros. Dejémonos de psicoanálisis. Punto final. En la meta, un sabio corredor me dirá que soy un llorón. Tiene razón. Puedo correr. Puedo correr bastante deprisa. Menos que antes, pero todavía deprisa. Así que todos los lamentos suenan a vieja plañidera.
Por fin llega el 9: 34’ 11’’. ¡Qué pinchazo! Vuelta a la plaza de toros y recta de meta. ¡Venga hombre! ¡Vamos a dar un poco más de sí!
Meta: 37’58’’. Se acabó. Puesto 43º y 9º entre los veteranos B.
Me doy la vuelta por donde he venido en busca de Mercedes. Nos hemos cruzado en tres o cuatro ocasiones. Me ha animado. Va con Rosalina. La encuentro a la altura del kilómetro 8,5. Julio ha hecho lo mismo, así que vamos los cuatro juntos.
Mercedes termina en 53’29’’. Contenta y sin demasiados dolores. Por la tarde se va a jugar un partido de hockey patines, así que se ve que anda más o menos bien. Me alegro mucho.
La organización nos regala un sorteo tras la entrega de premios. No nos toca nada. No pasa nada. La planta que me tocó en el cross del Soto (Memorial José Soriano) está viva. No solo viva. Luce espléndida.
Repito de nuevo: gracias Ecosport. Gracias voluntarios. Os apuntáis otro éxito de organización y de participación. Además, vosotros sois los responsables de que cada día haya más corredores en Ávila.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo contigo Angel..., aunque llevo relativamente poco tiempo en el mundo de las carreras populares(7 años), el poder vivir en Ávila, carreras con tanta gente es un lujo, lo mejor del domingo fue tanto la participación, como la cantidad de gente que estaba viendo la carrera y esto en una ciudad como Ávila es impagable

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