jueves, 28 de julio de 2011

DEPORTE DE ÉLITE Y DEPORTE PARA TODOS




Un buen día de vacaciones leo una entrevista al presidente del Comité Olímpico Español, Don Alejandro Blanco. Advierte el Presidente de la posibilidad de que el modelo actual del deporte español esté agotado y propone una revisión para mantener el nivel del mismo. En la entrevista, el Señor Blanco da a entender que es preciso crear un modelo que permita consolidar la existencia de deportistas de alto nivel que garanticen el mantenimiento de los éxitos actuales, mediante programas de captación de talentos y de ayuda a los deportistas de élite.
Dicho lo cual a mí me parece fenomenal y no puedo sino “casi” estar completamente de acuerdo con él.
Pero.
¿Cuál es el fin último de tener deportistas de élite? Se puede pensar que es una manera de mostrar la potencia del deporte de una nación y por consiguiente la potencia de la nación en sí misma.
En el momento actual nuestro país está a la cabeza en casi todos los deportes. En deportes de equipo como el fútbol, baloncesto, balonmano, hockey patines, hockey hierba o waterpolo, España está entre los cinco mejores equipos mundiales(más o menos, unos años con otros).
En deportes individuales como el tenis, España es el país que más jugadores tiene entre los diez primeros y entre los cien primeros del ranking mundial. En ciclismo nuestros corredores llevan imponiéndose años y años en las grandes vueltas. Además hay grandes figuras en natación, natación sincronizada, gimnasia rítmica y deportiva en atletismo, en deportes del motor como motociclismo o automovilismo.
En definitiva, lo que para otros países es una gesta, para nosotros se ha convertido en cosa común. Todos los fines de semana ganamos algo.
E insisto en la pregunta ¿Cuál es el fin último de tanto éxito? Tal vez ser admirados en el mundo. Admirados, envidiados y tal vez un poco odiados en algún deporte.
Volviendo a la entrevista al presidente del COE, no encontré respuesta a esta cuestión.
Así que me licencio para responder. El objetivo último de tener un conjunto de deportistas de élite debería ser que los ciudadanos del país nos sintamos impulsados a practicar deporte, motivados por los éxitos que consiguen nuestros representantes. El objetivo último es que los chavales comiencen a practicar deporte ilusionados con emular a sus ídolos y así conozcan y adquieran los valores del deporte, la amistad, el esfuerzo, la recompensa, la derrota, la victoria, el éxito compartido etc.
Esa motivación existe. Pero … ¿Existen los medios para que la gente practique deporte?
La administración española, el Estado, Las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos… ¿ponen a disposición de los ciudadanos las infraestructuras necesarias para la práctica del deporte? ¿Está considerado el deporte un “bien de primera necesidad social”?
Yo tengo mis dudas de que se haga todo lo posible y por eso pienso que, a lo mejor, se da mucha importancia a la calidad, léase los deportistas de élite y poca a la cantidad, es decir, a la gran masa de ciudadanos, desde el deporte escolar, pasando por el deporte federado, el universitario, el popular hasta la gimnasia de mantenimiento de la tercera edad y todo lo que pueda quedar entre medias.
Algo parecido a lo que consiguió Seve Ballesteros en un país en el que no solo no se practicaba el golf, sino que siquiera se había oído hablar de él.
Así que si se ha de cambiar el modelo, que se cambie. Promuévase una Ley de mecenazgo deportivo que permita no solo a las grandes corporaciones y empresas patrocinar a los grandes deportistas de élite y desgravarse por ello, sino también a la peluquería “Rizos” apoyar a un equipo de balonmano femenino en un pueblo manchego (por ejemplo) y tener un beneficio fiscal por ello.

Así ganamos todos.

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