jueves, 2 de agosto de 2012

SOBRE EL CASO MULLERA

Fotografía de as.com
En el deporte no debería haber espacio para los tramposos. Vaya por delante esa opinión que, desde mi punto de vista, debería ser un principio fundamental. Si estuviéramos en la Edad Media y a un caballero se le ocurriera combatir en una justa con ventaja, directamente le separarían la cabeza del cuerpo mediante un corte limpio de cirugía instantánea. Pero desde la Edad Media hasta hoy han pasado unos cuantos siglos en los que la Humanidad nos hemos ido civilizando (más o menos; hay días que lo pongo en duda) mediante normas y leyes. Bien es verdad que ni unas ni otras son respetadas en muchos casos, pero eso nos llevaría a una de las innumerables tertulias con las que la mitad de los españoles explican a la otra mitad su punto de vista sobre “la cosa” y eso, no es de este blog.

Viene al caso lo de las normas por la intención del COE de no permitir a Mullera su participación en los Juegos de Londres 2012 por un turbio asunto de correos electrónicos entre él y una supuesta red de dopaje publicados por el diario deportivo As.

Y viene al caso porque supuestamente, existen unas normas antidopaje basadas en unos controles a los que se someten los deportistas. Si los controles se superan, el deportista es apto para la competición. Y si no los supera se le aparta y se le sanciona. Así de simple. Toda especulación sobre supuestos casos de dopaje no hace sino causar un enorme daño al deporte. Este caso viene a echar otro puñado de sal a una herida no cerrada desde la operación Puerto. Por mucho que nuestros dirigentes hablen de la lucha antidopaje y la “tolerancia cero”, lo dicen sin el respaldo de los hechos. Si los casos no se cierran en los juzgados (o se cierran en falso), es muy difícil que nos tomen en serio en asuntos relativos al dopaje. Ahora el COE pretende demostrar esa lucha contra el dopaje en las carnes de un atleta mediante una información de un diario. ¿Es suficiente? A todas luces parece que no. Si existe alguna sospecha sobre este atleta, o sobre cualquier otro, la única actuación posible es “coserle” a controles de todo tipo. Mañana, tarde y noche. Día tras día. Si da positivo se le sanciona. Si no da positivo se le debe dejar competir. En caso contrario, los deportistas estarán sometidos al capricho de los medios de comunicación que podrán decidir sobre quien airear informaciones o difundir sospechas.

Mullera y solo él sabe la verdad. Ahora le corresponde a él demostrar que está limpio, si es cierto todo lo que dice. Que lo está ahora, que lo ha estado y que lo estará. Y si no es así …apaga y vámonos, nos sacarán guiñoles hasta en Armenia.


3 comentarios:

  1. lo siento amigo, pero no estoy de acuerdo contigo en esto, por muchos controles que pase y de negativo no quiere decir que no se este dopando , si no que no le pillan porque toma las sustancias y medidas necesarias para que así sea. Lee los correos (que se supone que son suyos, que se demuestre que es así) no creo que sea el único que lo haga y logre ir a las olimpiadas e incluso medallas, pero al menos a esos no les han pillado los correos con sus planes de dopin.
    adjunto enlace a los correos
    http://www.vsblanco.com/
    como dice en su blog el amigo Vicente, no solo hay que ser decente, también hay que parecerlo.

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  2. Hola Josemá. No te quito la razón. Probablemente esté de tu parte, pero entonces deberían correr la misma suerte los implicados en la operación Puerto en la que la jueza decretó la nulidad de las escuchas telefónicas, conversaciones que dejaban bien a las claras la existencia de casos de dopaje en la trama y otros tantos casos en los que las pruebas se invalidan. En realidad es un asunto que da tanta pena como asco.

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  3. Ops!! Donde dice operación Puerto debería decir OPeración Galgo.

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