viernes, 2 de agosto de 2013

Y... DE PRONTO: 10 KM DE CABEZÓN DE LA SAL



¿Qué me llevó a recorrer esos 25 metros de más?
Llovía. No una lluvia abundante, pero sí pertinaz. Era más bien, como estar dentro de la nube, de manera que todo mi cuerpo estaba calado. El agua me escurría por las piernas, por la cara, arrastrando el sudor, por los brazos. Pero era agradable. No hacía frío, así que, el conjunto constituía una sensación sugestiva.
Miré el reloj y tocaba darse la vuelta. Y sin embargo recorrí un tramo más de la calle.
 25 metros y me di la vuelta.
 Entonces vi el cartel. Un A3 en color: carrera de 10km en Cabezón de la Sal el sábado 27 a las 20:00 horas.
Clinc.
Apuntado. Si hubiera oportunidad podría estar en la salida. 10 kilómetros … un reto interesante. Regresé montaña arriba dándole vueltas a la cabeza … Cabezón.

Sábado 27. Cabezón de la Sal. 20:03 horas.
Es probable que me esté equivocando: debería ser más prudente y no competir. Limitarme a entrenar poco a poco y sin prisas, dándole tiempo a mis pies para intentar olvidar tanto dolor. Pero … esto es una adicción y la competición es más fuerte que la paciencia.
En cualquier caso ya no hay marcha atrás.
Suena un disparo. Tomo la salida junto a otros 375 atletas aproximadamente. Aquí hay mucho corredor bueno. Mucho nivel.
Salgo con la intención de probarme. Ya no solo de probar los pies a ver cómo aguantan, sino de probarme entero, a ver qué ritmo soy capaz de llevar y si puedo mantenerlo.
.
En cuanto se despeja un poco la salida, a los quinientos metros miro el crono. Marca 00:00:00. El reloj también falla. No tengo referencias de tiempo hasta que pregunto a un colega si ha tomado tiempo en la salida. Tampoco debería importarme el tiempo y, sin embargo … “Un minuto cincuenta segundos”, me responde. A partir de ahí soy capaz de tomar alguna referencia. Me importa menos el tiempo total que el ser capaz de no pinchar.
Kilómetro 5: 19’30’’. Muy buen paso... dadas las circunstancias. Comienza la segunda vuelta. Hace mucho calor y me estoy quedando solo.
Consigo engancharme a un pequeño grupo y mantengo el tipo. Pasamos los “miles” escasamente por debajo de 4’, pero de forma muy regular. 3’ 57’’; 3’59’’; …
Estoy cerca del último kilómetro y veo posible bajar de 40’, algo realmente impensable antes de la carrera. Intento forzar un poco, lo que antes podía ser un amago de sprint no es más que un último esfuerzo por mantener el mismo ritmo. Entro en la meta en 39’26’’, más contento que si hubiera ganado.
He sentido unas ligeras molestias en los pies, pero muy llevaderas y no tengo una fatiga “mortal”.
Estoy volviendo.




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