domingo, 29 de septiembre de 2013

DUCROSS BRUNETE 2013: UN DEBUT … DIFICIL



Era mi primer ducross.
Estaba mucho más nervioso de lo normal, que suele ser muy poco, pero esta vez no atinaba ni siquiera a ponerme los imperdibles del dorsal. ¿Por qué?. Demasiada incertidumbre sobre el recorrido, la bici, mis posibilidades, mis habilidades etc.
“Cagao”, vamos.
El primer tramo de carrera, de algo menos de 5 km, no supuso mayor problema. Corrí más o menos fuerte sin saber muy bien si ir a tope y ganar puestos o guardar algo y mantenerme a la expectativa. Lo cierto es que me encontraba bastante flojo y pesadote, pero no lo hice mal, así que me planté el 56 de un total de unos 350 en el área de transición.
A pesar de tener que cambiarme de zapatillas y ponerme el casco, lo hice con bastante agilidad y pude salir sin problemas al tramo de bici. Tuve suerte porque mi “box” se encontraba situado casi a la salida del área, en el pasillo central, lo que me evitó despistes y recorridos con la bici de la mano.
Nada más salir de la transición comenzaron a adelantarme los verdaderos triatletas (duatletas en este caso), con su maillot personalizado, sus bicicletas profesionales y unos gemelos que no les caben en sí mismos.
“Izquierda, voy”, “Derecha voy”… y un bólido me dejaba atrás en escasos segundos.
Abandonando el pueblo llegamos a la zona de tierra. En dos o tres ocasiones intenté coger la rueda de alguno de los duatletas que me adelantaban, pero además de inútil resultaba frustrante. Y a partir de aquí comenzó mi calvario.
Llegados al kilómetro 4 aproximadamente teníamos que dar un giro de casi 180º situado estratégicamente sobre un arenero  bastante potente. Ni fui previsor ni supe seguir al que me precedía, así que me metí de lleno en el arena, la bici se me quedó clavada y yo, inevitablemente, me fui al suelo. Plaf. Plaf 1.
Me subí en la bici y seguí pedaleando. Una dosis de fastidio, un poco de vergüenza y una cierta pérdida de confianza.
Seguía perdiendo posiciones, aunque el perfil de los que me adelantaban ya no era tan profesional. Poco a poco empezaba a estar con los de mi nivel. O eso creía hasta que llegó la primera rampa importante del recorrido. Nada del otro mundo, pero… allí tuve la desgracia de ir detrás de uno al que no le entró la marcha y se quedó parado justo delante mío. Y ¿Qué hice yo?. Plaf. Irme al suelo. Plaf 2.
Empujé la bici hasta el final de la cuesta. Una dosis de fastidio más, un poco más de vergüenza y una cierta pérdida de confianza a añadir.
Y seguí pedaleando y perdiendo posiciones.
Hasta la siguiente rampa en la que volví a tener un percance. Esta vez fue al adelantar a otro ciclista; este me cambió de trayectoria bruscamente y yo me metí en el lomo central del camino, lleno de tierra. Y como os podéis ir imaginando… Plaf. Al suelo. Plaf 3.
Otra vez empujé la bici hasta el final de la cuesta. Más fastidio, otro poco más de vergüenza y una pérdida de confianza importante.
Me subí en la bici solo para comprobar que el sillín se me había desplazado tanto que no podía casi sentarme en él. Así que tuve que volver a parar, sacar un pie del pedal automático, apoyarlo en un talud y colocarlo medianamente bien. Hecho esto me empujé con el pié izquierdo en el talud con tanta fuerza y tan poca pericia que no me dio tiempo a sacar el pie derecho del automático para equilibrarme y … poneos en lo peor…Si. Al suelo. Plaf 4. Mucho fastidio. Muy poca vergüenza, ya a estas alturas me empezaba a dar todo igual y la confianza … se me quedó atrás, tirada por los suelos.
De nuevo en ruta adopté la decisión de ir tranquilo y tratar de acabar los kilómetros restantes de la mejor y más saludable manera posible. A este ritmo de caídas terminaría por hacerme daño de verdad.
Pero aún quedaba más de la mitad del recorrido.
Y a una cuesta arriba sucedía una bajada. En una de ellas más empinada de lo que yo pensaba, la aceleración de Coriolis, aquella por la que un cuerpo acelera de manera perpendicular al eje de rotación del sistema, me fue expulsando del camino hacia el borde exterior. Intenté controlar la bici con un par de derrapadas, pero a la tercera me metí de lleno en una rodera y no supe salir con las consecuencias que todos lleváis imaginando desde el principio de la cuesta: Tortazo. Plaf 5. Esta vez me dolió tanto el golpe que me di, que no fue pequeño, como el hacer caer a otros dos corredores que iban tras de mí y no pudieron eludirme.
De nuevo me subí a la bici y volví a pedalear maltrecho esperando acabar de una vez por todas, jurándome que este sería mi primer y último ducross. “¡Santo sielo!” Exclamé. “¿Cuánto queda?”.
Por fin llegué a las calles del pueblo.
En la clasificación aparezco el 256 en el tramo de bici. Os podéis hacer una idea vosotros si necesidad de que os cuente.
Zona de transición. Y a correr. Con poca gana y con dolor de piernas y de cuerpo en general. 2,5 km para completar el duatlón en 1h 14´04´´ en el puesto 177 de 344 que terminaron la prueba.
¡Uf! ¡Qué poco disfruté!
Clasificación Ducross Brunete 2013

Y de allí salimos pitando al SERTRI de la Casa de Campo en el que competían Mercedes y Ángel.
Esto fue otra historia. Tanto una como otro hicieron una competición fantástica en los tres tramos terminando la 20º Mercedes de 241 competidoras y cuarta veterana, bajando más de 6 minutos su tiempo del pasado año.
Unos fieras.
Por su parte Ángel quedó el 40º de 338 triatletas con un magnífico 9º puesto en el tramo de carrera.


sábado, 21 de septiembre de 2013

EL CLUB ECOSPORT CANDIDATO A ABULENSE DEL AÑO


Ya podéis votar en el siguiente enlace 

VOTACIÓN ABULENSE DEL AÑO

Es preciso registrarse previamente mediante un proceso breve.
Ahora es el momento de agradecer el esfuerzo de muchas personas para que otros podamos correr, así que ¡ánimo!.

martes, 17 de septiembre de 2013

ENTRE EL SERTRI Y EL DUCROSS …

 Foto: web SERTRI
La pasada semana Mercedes, Ángel y yo nos apuntamos a una nueva edición del SERTRI en Madrid que se celebra este próximo domingo 22 de septiembre, tal como hicimos el pasado año y os conté en este blog. (sertri-madrid-2012-asi-resultó)
Este año con mejores expectativas puesto que estoy entrenando algo más tanto en bici como en carrera. El problema, una vez más se avecina en la natación: cómo superar un obstáculo de 300 metros a nado.
Así que, dos meses después de dar mis últimas brazadas en el agua, me fui a la piscina a probar mi estado “natatorio”. Voy a ahorraros comentarios sobre la pesadilla que resultó la sesión: deplorable es un término optimista para definir la situación. ¿Cómo ser capaz de nadar 300 metros en el Lago de la Casa de Campo sin alcanzar esa distancia en la seguridad de una piscina? ¿A qué me meto yo a triatleta? ¿Qué esperanzas tengo de alcanzar la orilla en la hostilidad del medio acuático? ¿Por qué la evolución de las especies les dio aletas a los peces y no al homo sapiens en general y a mí en particular? ¿Por qué me duelen tanto los pulmones? ¿Por qué parece que voy para atrás en lugar de avanzar? … estas y otras preguntas del estilo jalonaron mi fugaz paso por la piscina: Al décimo largo me paré, me salí del agua y decidí no hacer el SERTRI 2013.

Esto y la compatibilidad de horarios (¡espero que sean definitivos!) dejaba las puertas abiertas a participar en el DUCROSS de Brunete, una competición de duatlón con bici de montaña, mucho más adecuada a mis posibilidades, por más que el tramo de bici lo haga en modo “verano azul”. Una prueba consistente en 4,5 km de carrera, 16,5 de bici por caminos y 2,5 de carrera nuevamente. Sin duda más asequible que cualquier cosa que incluya nadar… y que se celebra el mismo domingo por la mañana.
Así que … me apunté vía telemática con la intención de, una vez inscrito, cancelar la del SERTRI  y recuperar parte del dinero. Pero… ¡demasiado tarde!, solo se podía renunciar hasta el pasado día 13.

Así que, a estas alturas de la semana, estoy apuntado a un duatlón por la mañana y un triatlón por la tarde… Y una vez inscrito y dependiendo de cómo termine el Ducross … vete a saber si no me echo al agua a ver qué pasa…

jueves, 12 de septiembre de 2013

EL CLUB DE ATLETISMO ECOSPORT EN LA CONVOCATORIA “ABULENSE DEL AÑO”... PÁSALO


Esta mañana, según corría a oscuras y con fresquito por las calles del barrio, escuché al Alcalde de Ávila hablar sobre la convocatoria de Abulense del año, una distinción que “pretende reconocer a las personas o Instituciones que se hayan distinguido por la entrega desinteresada, la implicación en actividades solidarias, sociales, culturales o humanitarias, en la defensa de los valores éticos de nuestra sociedad, o en la difusión y conocimiento de nuestra ciudad”.
Inmediatamente pensé en presentar la candidatura del Club ECOSPORT.
Estos chicos se merecen un reconocimiento por su contribución desinteresada a la promoción del deporte en general y el atletismo en particular, mediante la organización de carreras populares en la ciudad de Ávila. Muchos años facilitando a los abulenses la práctica del atletismo, muchas carreras, la Media Maratón e Ávila, el Circuito de carreras populares, el Cross Memorial José Soriano, Los 10 Km Navas Center etc.
Mucho esfuerzo altruista, en definitiva, muy reconocido por todos los que vienen a competir en estas pruebas y que, en mi opinión, ya merece que la ciudad de Ávila también les conceda ese reconocimiento institucional.

El procedimiento de elección comprende las siguientes fases:
- Presentación de candidatos, entre los días 11 al 17 de septiembre.
- Selección de finalistas: elección de tres candidatos de entre los propuestos mediante votación popular, entre los días 18 a 23 de septiembre.
- Elección: mediante votación popular entre los tres candidatos finalistas y que tendrá lugar entre los días 24 a 29 de septiembre.
- Proclamación: una vez realizado el recuento se hará público el nombre de la persona o institución elegida en la primera semana de octubre.

Así que, a partir del día 18, a votar para que resulten candidatos.
¡Ánimo!.

La información está en este enlace.

 Cuando llegue el momento de votar pondré en este blog el enlace correspondiente.

domingo, 8 de septiembre de 2013

APRENDER LA LECCIÓN


No han concedido la organización de los Juegos Olímpicos a Madrid. Por tercera vez consecutiva (cuarta en el total), la candidatura ha sido rechazado por el COI.
Estos días habrá mucha gente analizando el por qué de la decisión y pasaremos de la orilla del patriotismo más brutal (“es que no nos quieren, nos tienen envidia, no nos entienden”) a justificar la decisión arrastrando a la sociedad española por el fango de la corrupción y el folklore más casposo.
Todos los análisis focalizan el motivo del fracaso en varios asuntos de actualidad, el dopaje, la crisis y la corrupción. Era evidente que una decisión judicial como la tomada en la operación Puerto traería consecuencias y, efectivamente, no solo este caso sino los otros muchos vividos y cerrados en falso han pasado factura. La corrupción... ¿Qué conoce el mundo de nuestro país? Aquello que recibe a través de los medios de comunicación: Urdangarín, Bárcenas, etc.
Tampoco la votación sobre la elección de la sede se asienta sobre unos principios exclusivamente de carácter deportivo u organizativo. Ni mucho menos. Existe un entramado de cuestiones de carácter geopolítico y económico que determinan el sentido del voto de los miembros del COI de una manera mucho más trascendente que la idoneidad de una ciudad para la organización de los Juegos.
Se hablará mucho y se escribirá mucho más. Y tal vez Madrid decida volver a presentarse para 2024. ¡Qué lejos queda!

Pero de nada valdrá el esfuerzo si no se aprende la lección. Este país necesita mostrar al mundo mucha más democracia, más honradez y más transparencia. Necesita políticos limpios y comprometidos con la sociedad, no mangantes y chorizos peleando por el poder. Necesita más humildad y más justicia. Mientras no seamos capaces de trasladar esa imagen siempre habrá una ciudad candidata que dé más confianza a los miembros del COI y que nos arrabate otra vez la ilusión de organizar unos Juegos Olímpicos.