domingo, 8 de septiembre de 2013

APRENDER LA LECCIÓN


No han concedido la organización de los Juegos Olímpicos a Madrid. Por tercera vez consecutiva (cuarta en el total), la candidatura ha sido rechazado por el COI.
Estos días habrá mucha gente analizando el por qué de la decisión y pasaremos de la orilla del patriotismo más brutal (“es que no nos quieren, nos tienen envidia, no nos entienden”) a justificar la decisión arrastrando a la sociedad española por el fango de la corrupción y el folklore más casposo.
Todos los análisis focalizan el motivo del fracaso en varios asuntos de actualidad, el dopaje, la crisis y la corrupción. Era evidente que una decisión judicial como la tomada en la operación Puerto traería consecuencias y, efectivamente, no solo este caso sino los otros muchos vividos y cerrados en falso han pasado factura. La corrupción... ¿Qué conoce el mundo de nuestro país? Aquello que recibe a través de los medios de comunicación: Urdangarín, Bárcenas, etc.
Tampoco la votación sobre la elección de la sede se asienta sobre unos principios exclusivamente de carácter deportivo u organizativo. Ni mucho menos. Existe un entramado de cuestiones de carácter geopolítico y económico que determinan el sentido del voto de los miembros del COI de una manera mucho más trascendente que la idoneidad de una ciudad para la organización de los Juegos.
Se hablará mucho y se escribirá mucho más. Y tal vez Madrid decida volver a presentarse para 2024. ¡Qué lejos queda!

Pero de nada valdrá el esfuerzo si no se aprende la lección. Este país necesita mostrar al mundo mucha más democracia, más honradez y más transparencia. Necesita políticos limpios y comprometidos con la sociedad, no mangantes y chorizos peleando por el poder. Necesita más humildad y más justicia. Mientras no seamos capaces de trasladar esa imagen siempre habrá una ciudad candidata que dé más confianza a los miembros del COI y que nos arrabate otra vez la ilusión de organizar unos Juegos Olímpicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario