martes, 11 de marzo de 2014

I MEMORIAL NURIA JIMENEZ




La primera edición del Memorial Nuria Jimenez fue una buena carrera.
Comenzó con un sentido homenaje a Nuria y tras un minuto de silencio en su recuerdo, se dio la salida. Algo más de trescientos corredores, fundamentalmente de Ávila, donde la afición al atletismo crece día a día.
La carrera fue un duelo entre Galindo y Luismi Sanchez Blanco, resuelto finalmente a favor de este último que está en un estado de forma extraordinario. Por detrás Roberto Jiménez y David Prieto se disputaron el tercer y cuarto puesto. Algo descolgado de la cabeza en quinto lugar corrió Borja y mucho, pero que mucho después un goteo de corredores. En categoría femenina tremendo carrerón de Gema Martín, que fue la 12 de la general. 
Hay unas cuantas cosas que quisiera destacar de la carrera. En primer lugar el hecho de que corriéramos una carrera de 10 kilómetros que tuvo exactamente 10.000 metros. Parece mentira que en los tiempos que corren, con la cantidad de tecnología que se puede aplicar para medir un circuito, las carreras tengan unas distancias tan ficticias. Esta no. Esta fue un 10.000 de verdad. Felicidades a la organización.

Otra cuestión relativa al circuito es que en los tramos de pavés, los corredores buscamos las zonas de firme más estable, que generalmente está en las aceras, enlosadas de manera más regular. Eso pone en riesgo a todas las personas ajenas a la carrera que están situadas en lo que se supone que es la “orilla” del recorrido y de pronto se ven envueltas por una masa de corredores. Yo vi algún momento de peligro vivido por personas, sobre todo mayores que, asustados, no sabían para que lado tirar, sabiendo que en cualquier momento alguien se los podía llevar por delante. Las calles Duque de Alba y San Segundo fueron dos de lugares  donde esto ocurrió.

Y, en tercer lugar, me gustaría hablar de los “recortes”. Yo no acabo de entender muy bien de qué van algunos corredores. Es ver una esquina y se lanzan a una hipotenusa de tiralíneas en busca de la distancia más corta. Pase lo que pase. El rey de la calle. ¿Qué sentido tiene? ¿Recortar unos metros? ¿Adelantar al que les precede? En esta carrera la peor parte se la llevó una persona que se vio literalmente arrollada por un corredor en la esquina del Paseo de la Estación con Hornos Caleros. En este caso alguno se tiró el recorte por la mismísima esquina, pegado a la pared, sin dar margen a que la gente ajena a la carrera pudiera evitarlo. Es el colmo. Creo que hay que tener, por lo menos, el mismo respeto que exigimos a los conductores mientras nosotros estamos en carrera, con la gente que no tiene nada que ver con ésta y que comparten la calle mientras corremos. Si nos ponen a nuestra disposición la calzada y nos miden el trazado por ésta, dejemos las aceras para la gente, muchos de los cuales están de espectadores, pero otros no tienen por qué tener interés alguno en nuestras correrías. Un poco de respeto y más atención a lo que hacemos.

Y … ¿qué hice yo en la carrera? Pues pasármelo en grande. A pesar del viento y de las cuestas disfruté muchísimo. Durante mucho tiempo corrimos juntos Angel y yo, aunque esta vez a él le pasaron factura la carrera del día anterior, sus exámenes y sus partidos. Clavé el tiempo que predije, 38’15’’, y me parece muy bueno para mi momento actual.


Y de remate, un gran ambiente después de la carrera. Por cierto, me figuro que os daríais cuenta que el viento dejó de soplar completamente al rato de acabar. Cosas de las carreras…

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