Pum!!! Y a correr.
Una línea de salida y
llegada, unos corredores, un circuito y alguien que te diga por donde tirar en
los puntos donde puede haber dudas.
Con eso basta. Y todo
lo demás es un generoso esfuerzo que hacen unas cuantas personas por organizar
la carrera de su pueblo. Y en Villaflor ese esfuerzo se ha traducido en una
carrera espléndida, con un recorrido diferente y unas atenciones al corredor de
lo más agradable. Por mi parte he fichado al panadero de Santo Tomé de
Zabarcos.
Pum!!! Y a correr.
Estaba en la segunda
línea y me ha sorprendido la rapidez con que unos cuantos han salido. En 100
metros Ángel y Josemi me han debido sacar veinte o treinta. Quería ir con ellos ... pero...Así que me he
puesto a mi ritmo y a correr. Me encontraba fatal calentando, pero luego, en la
carrera no he notado la pesadez de piernas que da el montar en bici. Los
primeros dos kilómetros eran llanos y después otros dos con cuestas, alguna
algo más fuerte, en las que he recuperado unas cuantas posiciones, hasta
encontrarme de nuevo con Ángel y Josemi. Después una prolongada bajada que nos
llevaba al pueblo, a la meta. Ángel y yo nos hemos echado un mano a mano hasta
la última bajada ya entre las casas, en donde me ha dejado atrás. No hay
respeto. Ni piedad. Ya le pillaré en otra.
Aunque en el fondo eso
es lo de menos. Lo más importante es volver a correr sin miedo a lesiones. Hace
dos años no podía caminar. Hace uno me atreví a salir en esta carrera, era mi
vuelta a la competición. Y ahora … me basta y me sobra con pasarlo bien.
Y después… ese ratito
de charlar con los corredores y repasar el calendario, los entrenamientos, los
dolores y los planes para el futuro. Vamos… el tercer tiempo.
No he querido irme de
Villaflor sin darle las gracias a la alcaldesa por organizar la carrera, por
ese esfuerzo altruista de marcar una línea de salida, un recorrido y una meta…
y todo lo demás.
Y a correr.
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