domingo, 24 de agosto de 2014

III CARRERA ALDEA DEL REY NIÑO 2014




Me lo pasé muy bien.
Creo que con esta frase se resume toda la tarde de ayer.
Me divertí calentando porque lo hice con varios amigos de charla pre-competición.
Mi divertí en la carrera porque me encontraba a gusto y corrí tranquilo y sin agobios, a pesar de estar compitiendo por el podium de veteranos.
Y, desde luego, me divertí al final, en la fiesta post-circuito, con un gran ambiente festivo, música, barbacoa, muchos amigos y un montón de gente con ganas de pasarlo bien.
Y aún lo mejor de todo pasó en el camino de vuelta … pero eso queda para el final.
Era la tercera carrera del circuito, la última, aunque hubo ausencias importantes entre los más destacados de las pruebas anteriores. Aún así Borja se lo tomó en serio y se fue a buscar la meta él solo desde la salida. Por detrás un numeroso grupo con Eduardo Moreno, Zipi, Carlos … y más atrás otro grupo de cinco entre los que estábamos Alfredo, Encabo y yo. Las primeras vueltas por el pueblo fuimos juntos, pero poco después de salir al camino Alfredo se escapaba y Encabo se marchaba detrás. En realidad el que se quedó fui yo, que no puede seguir su ritmo. Más atrás Vicente y el rosario de triatletas abulenses, Juan Carlos…
A partir de ahí comencé a correr a un ritmo muy estable. Me encontraba bien y no tenía más afán que mantener el ritmo y la posición. Sin embargo al entrar de nuevo en el pueblo había recortado al grupo de cuatro que iba por delante de mí casi toda la distancia que me separaba unos minutos antes. Así que… comenzaba una nueva carrera.
Adelanté a Encabo  y me emparejé con otro corredor con el que acabé haciendo el resto de la carrera. Por delante Alfredo se escapaba definitivamente con su enorme raza competidora, dándolo todo, como siempre. Así que entré en meta el 12º y segundo veterano B.
Tan contento.
Mercedes terminó sexta entre las chicas y primera veterana B y poco antes, Alberto había acabado segundo en la carrera de 12-14 años. Así que una tarde redonda de la familia.
Y tras los premios de la carrera, los premios del circuito y el sorteo, una barbacoa buenísima que se curraron de lo lindo los voluntarios de la Aldea del Rey Niño y los organizadores del circuito. Y música. Y baile. ¿Qué más se puede pedir?
No se si puedo hablar en nombre de todos los corredores pero si estoy seguro que la gran mayoría os damos las gracias y os felicitamos por la iniciativa, por la organización, el trabajo y la ilusión de hacer las cosas. Y a los patrocinadores por hacerlo posible. Ánimo para la próxima edición.
Y después de un buen rato de charla con unos y otros y cuando nos volvíamos en coche para casa Alberto me dijo … “Papá… me gusta el atletismo”.
Pues eso… ¿Qué más se puede pedir?

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