domingo, 8 de marzo de 2015

II MEMORIAL NURIA JIMENEZ. LA CARRERA... SUFRIENDO DESDE DENTRO.

Una sesión de 50 km de bici y después... 10 km.
Seguro que alguno está en la piscina esta tarde

Si de pronto se hubieran abierto los cielos y San Pedro su hubiera asomado y preguntado con voz cavernosa y atronadora… DEEEECIDMEEEE QUEEEEE DIAAAAA QUEREISSSSS QUEEEEE HAGAAAAA HOYYYYYYYY , los organizadores del Puente Romanillos no se hubieran atrevido a pedir unas condiciones tan buenas para correr.

Así, en pleno día de primavera, comenzamos el calentamiento, esta vez tres ángeles juntos, Ángel Rivas, Ángel mi hijo y yo. Y la verdad es que fue de lo más entretenido. Un montón de corredores conocidos de trotecillo por los alrededores del Grande y entre saludos y encuentros inesperados y reencuentros de corredores que llevaban un tiempo fuera de competición, se fue pasando el rato hasta la hora de salida. Por ahí estaban de nuevo Encabo, Chapi, Carlos Mendiguchía… cuya presencia siempre es bienvenida.

Un montón de “corredores de naranja”, del Triávila, algunos de los cuales vienen de una sesión de 50 km de bici (¡ole!), del Ecosport, del Runners, del Puente Romanillos….

Un minuto de silencio en la línea de salida en homenaje a la querida Nuria y disparo de salida.

La calle Duque de Alba es cuesta arriba. Y de adoquín. Irregular e incómoda.

Y sin embargo pasé el primer mil en 3’23”. ¿En qué demonios iría pensado? Una vez más me dejé llevar por la compañía: Jime, Diego, Encabo, Vicente… justo por detrás de otro grupo con Alfonso, Javi Repiso, Eduardo ….

Y yo por ahí dejándome las fuerzas.

La primera bajada siempre es cómoda, pero la primera subida ya … no lo es tanto.

Al giro pude ver cómo iba la carrera.

El jueves vía a un joven hacer series en la pista. Indagué… un canario, me dijeron. Solo verle terminar las series ya causaba impresión, la planta, la fuerza y la velocidad. Hoy en la carrera pasó lo mismo. La autoridad con que subía la cuesta contrastaba con el esfuerzo de Borja por seguirle. Iván y Roberto, por detrás ya se dejaban bastantes metros respecto al dúo de cabeza. Y por detrás, David, Jaquelin, en un gran estado de forma, Eduardo, Ángel …

En la primera subida sufrí mucho. Más de la cuenta para llevar tan solo tres kilómetros. El paso en 11’15’’ ya indicaba que la cosa no iba para tirar cohetes. Pero ahí estaba, en la parte de atrás del grupo, cosa poco habitual en mi forma de correr. Afortunadamente el llano entre San Antonio, la Avenida de Portugal y la llegada al Grande, para completar la primera vuelta, me permitió recuperar un poco las sensaciones. El paso por el primer 5000, en casi 19’, sin embargo, no predecía nada bueno.

Duque de Alba, Plaza de Santa Ana y de nuevo la bajada de Hornos Caleros. José Francisco García ya había sentenciado la carrera, Borja también afianzaba la segunda posición y Roberto alejaba a Iván en la lucha por el tercer puesto. Jaquelin entre los diez primeros de la carrera con una fuerza impresionante y Ángel perdiendo algún puesto para juntarse con Javi Repiso y Jime.

Y Zipi, como siempre... como un tiro adelantándonos a casi todos...

En la subida de la segunda cuesta, mis piernas dijeron que subiera mi tía y me dejaron tirado. Literalmente. Ahí te quedas bonito. Apáñate como puedas. Ya está bien. Tú que te has creído ...

Entre el kilómetro 6 y el 8 invertí 8’27’’ y además, las pocas fuerzas que me quedaban. Y para colmo terminé  una carrera más sin pelear (3’51” y 3’ 56”) en los dos últimos kilómetros. 39’00’’ en el puesto 30º, 4º veterano 2.

Ángel terminó en 37’ 18’’ , primer junior y 16º de la general.

Por cierto pódium para un mujer del “correconmigo”(de los de naranja, vamos). 
Ojito con ellos que ya están ahí. Enhorabuena.

Y ahora las reflexiones…

¿Cómo pude hacer 45’’ más de la marca que realicé el año pasado si las condiciones de aquella carrera fueron incomparablemente peores que las de este año?

¿Cómo puede correr tan poco si se supone que estaba entrenando un poco (solo un poco) mejor?

¿Cómo me encontraba tan bien calentando y tan mal en la carrera?

¿Qué les pasó a mis piernas que me abandonaron cuando más las necesitaba?

Respuesta: ¿Por qué nunca gana el mismo corredor todas las carreras? Porque unos días estamos bien y otros días estamos mal, incluso rematadamente mal. Y ya está.

El antes y el después de la carrera lo compensa todo.

Ahora quedan dos semanas para Laredo… habrá que hacer terapia e intentar mentalizarme un poco para correr mejor.


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