lunes, 22 de junio de 2015

CROSS VILLAFLOR 2015



Hubo una época, que en este blog se ha dado en llamar “el pleistoceno” en la que no eran raros los fines de semana en los que disputaba dos competiciones. En invierno, los sábado por la tarde había cross universitario y los domingos, los crosses de la Federación. En primavera, con las competiciones de pista de la Liga de Madrid, corría el 5000 los sábados por la tarde y, a pesar de mi condición de suplente de mi equipo en 1500, era frecuente la ausencia de alguno de los dos titulares, con lo que me tocaba volver a salir a la pista.
Pero de aquello ya hace mucho tiempo.
Y sin embargo llevo un par de fines de semana “doblando” como un profesional.
Después de la carrera de Navalacruz el sábado, nos fuimos a correr a Villaflor el domingo. ¿Alguien dijo cansancio? Y aún hay quien a estas dos sumó la Media de Hoyos del Espino.

Esta es otra de esas “matinales” en las que la carrera es solo una parte de la diversión. El después, comiendo las pastas del panadero de Santo Tomé de Zabarcos, el yogur de Alta Moraña y  el agua puesta a enfriar horas antes más la charla con los colegas de afición, es la otra parte, no menos atractiva.
La carrera este año era dos kilómetros más larga que la del año anterior. Y con sorpresas no desveladas en la salida por los corredores de Villaflor, cada año más numerosos y mejor preparados, … aunque alguno prefirió quedarse en la cama. Conociendo un poco la zona, las sorpresas solo podían ser de un tipo … ¡cuestas!
La salida dejó bien claro que Luismi venía a ganar sin dar opciones a Borja, que apenas le siguió un par de kilómetros. Por detrás se formó un grupo con Roberto, aún no recuperado de su lesión, Ángel, Alejandro, Olivares, Alfredo Becerril, Eduardo Moreno, Luis ”Laister”, Alfonso, Raul….
Yo me quedé aún algo más retrasado, dispuesto a seguir un ritmo cómodo para no sufrir mucho al final.
Un fallo de señalización hizo perderse a los primeros en el inicio de la zona de cuestas, lo que apretó al grupo de cabeza. Esas rampas, ya conocidas del año anterior dieron lugar a la primera sorpresa: allí donde otras veces enfilábamos hacia el pueblo, esta vez teníamos que girar a la izquierda y seguir subiendo un tramo más. Y justo ahí fue el momento en el que más cerca estuve de cazar a alguno de mis predecesores. A menos de 50 metros de distancia contemplé la posibilidad de forzar la máquina a ver que pasaba hasta que, ya bajando… llegó otra cuesta arriba, una pequeña puñalada, que dio al traste con mi escasa ambición. En seguida mi cabeza maquinó un par de excusas para no forzar mucho más y entré en el pueblo sin las apreturas de otras ediciones, en las que uno se siente obligado a esprintar para pelear una posición. Esta vez no fue así.
La entrega de premios, tan suculenta como siempre, el sorteo y una última visita a la mesa de las pastas y dimos por terminada la mañana.

Recordad: El próximo “finde” el sábado Piedralaves y el domingo Martiherrero … para los que quieran continuar la gira de los pueblos.

domingo, 21 de junio de 2015

CARRERA DE NAVALACRUZ 2015. ...LAS COSAS HECHAS CON SENCILLEZ Y CARIÑO



Cuatro años después volvía a Navalacruz. El tiempo pasa muy deprisa.

Muchos corredores y toda la gente del pueblo  volcada con la carrera proporcionaban a la tarde un atractivo especial. Y calor. Mucho calor, como suele ser costumbre en cuanto empieza la temporada de carreras por los pueblos. Calenté con José María ¿Quién mejor para contarme cosas de la carrera y del lugar que uno de sus más ilustres lugareños? La subida, dura hasta haciéndola despacito y la bajada….“Fíjate”, me dijo. “Una cuadrilla de jubilados la ha barrido entera esta mañana para que no tengamos problemas”. Me pareció el mejor ejemplo de lo que son estas carreras… hacer las cosas sencillas y con cariño. Como debería ser todo en nuestra vida.

Nos vamos a la salida. Aquí no hay codazos ni nervios. Salgo tranquilo y en seguida se marchan los primeros a disputar la victoria. En el recorrido hay gente animando y repartiendo agua. Llego a la bajada y recupero algunas posiciones. Cruzamos el pueblo, un zigzag por las calles con la gente sentada a la puerta y en zonas concretas aplaudiendo el paso de los corredores. Segunda vuelta. Otra vez a subir. No tengo mucha fuerza así que otra dosis más de tranquilidad. Y de nuevo, en la bajada, recuperando sensaciones, con calma.

En la meta nos volvemos a juntar todos poco a poco. Las cuestas, el calor, las curvas, la bajada,  … los comentarios habituales. Y la bebida … fresquita. ¡¡¡Cómo se agradece!!!. Ángel ha terminado octavo y sufriendo. Yo he debido andar por el puesto 15.

Esperamos la entrega de premios y el sorteo en compañía de la gente de Navalacruz que sabe pasarlo bien. Música, baile y bocadillos para todos. No sé si he tenido una suerte especial o tengo mucho hambre, pero el mío está de muerte… Las cosas hechas con cariño…


Nos vamos de Navalacruz a eso de las 22:30. La hemos echado bien larga, pero lo hemos pasado bien. En el coche vengo pensando que cada vez corro menos y cada carrera me esfuerzo menos. Lo primero es inevitable. Lo segundo … debe ser consecuencia de no tener muchas ganas de sufrir. El caso es que cuando llego a casa miro a ver qué tiempo hice en 2011, la vez anterior que corrí: 21’ 09’’. Hoy he hecho 21’ 05´´ … ¡¡¡Pues tan contento!!! ¿Qué es eso de que cada vez corro menos?. 

miércoles, 17 de junio de 2015

CALENDARIO DE CARRERAS VERANO 2015 AVILA




Actualizo la información:

SABADO 20 DE JUNIO 20:00 CARRERA POPULAR CANTOBOLERO NAVALACRUZ


Las carreras comienzan a partir de las 18:30 con las categorías menores y a las 20:00, sobre una distancia de 6 km, se disputa la prueba absoluta. Las inscripciones se pueden realizar enviando un correo electrónico a la dirección cantobolero@gmail.com con los datos personales o hasta una hora antes de la prueba.


SABADO 20 DE JUNIO 11:00 MEDIA MARATÓN POR LA NATURALEZA HOYOS DEL ESPINO

Información de la carrera en el enlace:

http://www.forofosdelrunning.com/mediaporlanaturaleza/index.html


DOMINGO 21 DE JUNIO 11:00 III CROSS DE VILLAFLOR

8 km aproximadamente. Inscripciones en  http://orycronsport.es y en Moreno Sport, Deportes Tiritoru y Deportes Alfonso. La cuota será de 6 euros si se hace antes del 17 de junio y de 9 euros el mismo día de la carrera, hasta media hora antes de su inicio.
Categorías absoluta hombres-mujeres 14-34 años y veteranos hombres-mujeres a partir de 35 años.




SABADO 27 DE JUNIO 19:30 CROSS DE PIEDRALAVES

11,5 km. Más información en el siguiente enlace: www.crosspinardepiedralaves.blogspot.com
Inscripciones en www.carreraspopulares.com y el el Culture Café de Piedralaves, Bikila Leganés y The Moon Rock bar de Arenas de San Pedro.




DOMINGO 28 DE JUNIO 11:00 CARRERA POPULAR DE MARTIHERRERO

Inscripciones a 7 euros, (gratuita paras categorías prebenjamín, benjamín e infantil) hasta el 26 de junio en el Ayuntamiento de Martiherrero, Deportes Alfonso y Deportes Moreno Sport y hasta 20 minutos antes de la carrera.
Los horarios y recorridos son:
11:15 h. Prebenjamín (de 0 a 5 años), 100 m.
11:20 h. Benjamín (de 6 a 9 años), 400 m.
11:30 h. Infantil (de 10 a 12 años), 1.000 m.
12:00 h. Absoluta (de 13 años en adelante), 7.000 m. Incluye las categorías Júnior (de 13 a 17 años), Sénior (de 18 a 39 años) y Veteranos (a partir de 40 años).




DOMINGO 5 DE JULIO 11:00 III CARRERA POPULAR ALBORNOS SE MUEVE

Inscripciones en www.orycronsport.com  y en las tiendes de deportes de Ávila Alfonso, Morenosport, NYC sport y Solorunners.
Categorías menores (carreras a las 10:30) y absolutas:-Senior masculino de 16 a 40 años; Veterano masculino más de 40 años; Senior femenino de 16 a 40 años y Veterano femenino más de 40 años.




DOMINGO 5 DE JULIO 10:30 III CARRERA POPULAR DE RIOFRIO

Recorrido de 7,5 km aproximadamente. Categorías masculina y femenina.

Inscripciones a 7 euros en Deportes Alfonso, Morenosport y tiendas Laister de Madrid. El día de la prueba el precio de la inscripción será de 10 euros.

El precio de la inscripción será de 10 euros.

lunes, 8 de junio de 2015

V SUBIDA AL PICO ZAPATERO: POR LAS PIERNAS DE UN NOVATO

La bajada desde la cumbre.
foto: +deportesalfonsoavila

Último tramo de la subida
foto: +deportesalfonsoavila

Y por fin dan las 10:00 de la mañana. Salida neutralizada desde Sotalvo. 600 metros de trotecillo para salir del pueblo nos ponen al pie de la primera cuesta para no demorar más el encuentro con el enemigo: las cuestas.

Voy con Pablo, un experto en estas carreras y en otras mucho más salvajes. Para él esto es pan comido. Yo me atraganto solo de pensarlo.

No estoy cómodo. Nunca compito con mallas, casi nunca con camiseta que no sea de tirantes, las zapatillas de trail me parecen zapatones y llevo gafas para evitar que, como me ha pasado las pocas veces que salido a entrenar por la montaña, las lágrimas en las bajadas me impidan ver por donde piso…

Je.
Je, je.
Je, je, je.

Salimos y … ¡a subir!.  Este, y no más tarde, es el momento de decir que el recorrido estaba perfectamente marcado. Sin asomo de duda ni para los que, como yo, solemos tirar por la “calle de en medio”. Limpio, bien trazado y ejemplarmente marcado. Y ese esfuerzo ha correspondido a algunos de los que, además hoy están aquí corriendo.

En estas carreras, a diferencia de lo que ocurre en el asfalto, no hay ritmo. Subes y lo haces a lo que te dan las piernas. Bajas y lo mismo. Tratas de reservar pero no sabes cuánto  tienes que guardar, ni si este es el momento de hacerlo. Un mar de dudas para los novatos.

La primera mitad de la carrera se corresponde con la subida hasta el Pico Zapatero. El trayecto marcado tiene algún tramo de bajada, incluso una parte llana. Y es ahí donde compruebo que “el McLaren no funciona”. Me falla la unidad de potencia. 
Hace tiempo que el corazón está más pendiente de buscar la manera de salirse del cuerpo que de hacer su trabajo. Y las piernas de buscar una piedra para sentarme que de hacer el suyo. ¡Maldición! ¡Sabotaje a bordo!

 ¡Pues no queda nada! Pienso.

Llego a la pista principal del monte. Desde aquí ya todo es subida hasta el pico. Debería de correr… pero no. Camino prácticamente a lo largo de todo el cortafuegos. No hay fuerza. Estoy al pie del Zapatero. Queda la trepada. Me alcanza Yuste. Está muy tocado de su pierna. En condiciones normales estaría muchísimo más adelante. El sabe que no debería haber salido… pero es su carrera y los corredores hay veces que nos hacemos los locos. Me echa una buena bronca. Merecida. No he comido ni bebido nada hasta aquí y mi cuerpo está empezando a  dejar de funcionar. Trepo despacio y torpe. Corono en hora y media justa.

Pero…¿ tú qué haces aquí?. Me preguntan en la cumbre.
... ¡¡¡Te hago una foto para tu blooooooooog!!!
¡¡¡¡Gracias!!!!!

Que ¿qué hago aquí? No lo sé. No sé qué hago aquí. Muchas veces, en carrera nos hacemos esa pregunta. Esta vez no le encuentro respuesta. No estoy corriendo a gusto ni tan siquiera estoy disfrutando de correr.
Simplemente sigo.

Y llega la bajada. Vamos a ahorrarnos comentarios, descripciones y sentimientos. Basta decir que las gafas me sobraron. No puse la máquina a la velocidad necesaria para que me salieran lágrimas y me distorsionaran la visión.  Bajé como una viejecita. Pasito a pasito. Con miedo. Sin fuerza. Con excesiva prudencia. Quemando frenos. Dejémoslo ahí.

Al llegar al avituallamiento de la pista principal paro a comer y beber. Dos o tres minutos de “reseteo”. Meto en el ordenador de a bordo tres o cuatro datos importantes: la distancia que queda, las cuestas arriba, las cuestas abajo y unas pocas instrucciones sobre competir, disfrutar, sufrir y las compensaciones del esfuerzo. Como resultado el ordenador decide que hay que terminar en “modo cabezón”.

El “modo cabezón” es sencillo: un paso detrás de otro a un ritmo prudente y a terminar la carrera. En asfalto supone correr treinta o cuarenta segundos por encima del ritmo de competición. Aquí el objetivo es llegar … como se pueda. Un paso y después otro. Y así hasta el final. Sin calentones.

La bajada al pinar la vuelvo a hacer de pena. Como una viejecita pero más mayor que la anterior. Me machaco las rodillas de tanto frenar. Sin embargo la parte llana del pinar me permite tener unas sensaciones algo mejores. Llego al último avituallamiento. Bebo. Tengo el estómago estrujado del esfuerzo, pero bebo.

Queda poco. El sendero hacia el Castillo de Mironcillo en “modo cabezón” me lleva a los pies de sus muros. Subo caminando con las últimas fuerzas. Y desde allí todo bajada… La viejecita.

Entro en el pueblo con un alivio infinito. He terminado. He sufrido y no he disfrutado. Bueno … no siempre ocurre, pero cuando es así hay que sumar la experiencia. Todo vale.

La meta, el avituallamiento, los corredores que ya han llegado y los que vamos llegando, la charla, los amigos, una sombra, el pilón donde meto las piernas, el calor, el agua, el melón , la clasificación, la entrega de premios…El Almanzor lo ha organizado todo con todos los detalles, con cariño, con la experiencia de otros años y con las ganas de hacer una carrera atractiva. Enhorabuena porque lo habéis conseguido.

“El año que viene te saldrá mejor”. Me dicen los compañeros de fatigas.

¿El año que viene? Uf. Esto es muy duro. ¡Menos mal que queda un año!.

viernes, 5 de junio de 2015

LA PISTA DE ATLETISMO DE LA "CONCE". UNA HISTORIA EN BLANCO Y NEGRO.

Construcción del colegio y el polideportivo de La Concepción.
Imagen del archivo fotográfico de la Comunidad de Madrid

Mañana corro un 5000 en la pista de atletismo de la deportiva.
Si. Es verdad que para el domingo tengo una ración de Zapatero, pero no deja de ser menos cierto que para el sábado por la tarde voy a empeñar todo mi esfuerzo en ver cuánto tiempo puedo estar tumbado sin moverme.

El caso es que con esto del 5000 me ha venido a la memoria un recuerdo más del pleistoceno, aquella época de mi vida en la que salía de casa peinado a raya.

En aquellos años no existían las pistas de tartán. La pista de mi barrio, la pista de "la Conce", era de tierra. Por más que unos cuantos se pudieran referir a ella como una “pista de ceniza”, lo cierto es que la única ceniza que formaba parte de ella era la de los puros de Ramón el portero (aquí os dejo el enlace de una de sus anécdotas Ramón, el portero).

La calle 1 de aquella pista de atletismo tenía más tráfico que la M-30 en hora punta y ...así estaba,  llena de agujeros, marcas de tacos de fútbol y charcos en cuanto caían cuatro gotas. Dura como una piedra en el verano y permanentemente embarrada en invierno. Por esa calle y solo por ella (¡Darse cinco vueltas!, gritaba el entrenador), corrían todos los futbolistas,  todos los nadadores, waterpolistas, baloncestistas, gimnastas etc que entrenaban en el poli. Todos. 
La calle dos suponía un recorrido infinitamente más largo para ellos. La tres, cuatro ... ¡qué horror!¡imposible!. 
Esas solo las pisaban los atletas.

El caso es que la pista se cerraba los días antes de cada competición. 

Había que prepararla.

El ritual comenzaba con un ligero riego. Ligero según quien estuviera al mando de las operaciones, porque había veces que alguno de los empleados del” poli” consideraba que no había atletismo más bonito que las carreras sobre barro. Un precursor de las actuales carreras “extrem” .

Una vez regada se pasaba una rastra, bien a mano o, con los años y el progreso, tirada por un tractor, para que quedase más o menos regular. Más o menos. Tampoco se podían hacer milagros. 
A continuación se marcaban las calles con una barra en la que estaban soldadas unas marcas para “arañar” la tierra a la distancia correspondiente y dividir la pista en seis calles manteniendo la geometría.

Y por último y con más esfuerzo, se marcaban con yeso las calles una a una empujando un carrito con un dosificador para trazar las líneas por cada marca, las líneas de las calles y las de las diferentes salidas, del 200, del 400, etc. Todo un trabajo de artesanía y que le llevaba casi la tarde entera al empleado del lugar.

Al final, después de varias horas de trabajo, quedaba la pista de lo más curioso, con nosotros, los habituales mirando desde fuera sin poder pisarla hasta el día siguiente. 
Hasta el día de la competición.

En el fondo … el pleistoceno tenía su encanto.

lunes, 1 de junio de 2015

EL SABADO 6 DE JUNIO A LAS 10.30 HAY UN 5000 EN LA PISTA DE LA DEPORTIVA


El sábado 6 de junio se clausura una temporada más de la escuela de atletismo de Ávila en las pistas de la ciudad deportiva. 
Además de las competiciones para los niños de la escuela hay varias pruebas de carácter absoluto, entre ellas un 5000. 
La cosa es que un 5000 en pista no se celebra todos los días y este lo puede correr cualquiera. Y, por otra parte, un 5000 es divertido si es multitudinario... así que entre unas cosas y otras ... hay que animarse con ello. 
La inscripción es allí mismo, en la pista.
La carrera a las 10:30.
Vamos... ¡probad algo diferente!