lunes, 8 de febrero de 2016

CAMPEONATO REGIONAL DE CROSS ABSOLUTO. CROSS DE VALLADOLID 2016: UNA CARRERA DE PERSECUCIÓN




Desde semanas antes a la carrera ya veníamos hablando de la posibilidad de tener que abandonar al ser doblados por “el negro”, dicho sea con todo el sentido admirativo de la palabra como paradigma de “el que más corre”. En realidad, en los círculos próximos al club, en los entrenamientos y en el wasap,  solo se comentaba eso: ¿nos doblarían?
Se admitían apuestas.

Y unas cuantas cuentas echamos al asunto, siendo en realidad bien simples, dado el recorrido de la carrera: cinco vueltas de 2 km cada una. El planteamiento era tan sencillo como correr 8 kilómetros en lo que los primeros harían 10; o lo que es lo mismo: dar cuatro vueltas antes de que el ganador entrase en la meta.

Lo cierto es que la inscripción en la prueba nos favoreció de inicio: no había africanos inscritos, es decir, todos los etíopes y keniatas que han recorrido y dominado por completo el calendario nacional de cross no estarían en Valladolid. En este caso los mejores debían ser Lamdasem y Fifa.

Así que ahí estábamos en la salida los cinco representantes del Club Ecosport: Vivi, Alfonso, Jime, Juan Carlos y yo, entre otros conocidos de carreras más o menos recientes. Lo cierto es que yo no veía a ninguno a quien pudiera ganar, así que estaba firmemente convencido que no solo iría a la cola de la prueba, sino que además lo haría destacado. JuanCarlos no me ayudó nada confirmándome en la salida que sería …el … menos joven de entre los inscritos.

En esos términos, la prueba no era correr contra otros parejos a nuestro nivel. No. Nuestros rivales serían Lamdasem y Fifa. Directamente. Un enfrentamiento “cara a cara” en la distancia. Cara a cara … pero sin vérsela. Una carrera de persecución.

Pum y a correr.
Salimos juntos los cinco y Ángel, a quien correspondía el honor de ser el más joven de la prueba. Juntos padre e hijo en un cross de categoría. Ese premio ya me lo llevaba de antemano.
Vivi, Ángel y Alfonso un poco por delante y Jime, Juan Carlos y yo a muy pocos metros dimos a primera vuelta de dos kilómetros.

Sufriendo.

Odio el viento. Ya lo he escrito aquí más veces; si algo odio para correr es el viento. Prefiero que llueva, que nieve, que haya barro o cuestas. Pero que no sople el viento.
Pues … ¡zas!, un viento del noroeste que cada vez que enfilábamos en esa dirección me retenía como clavado al suelo.
En la segunda vuelta se estiró el grupo y yo me quedé solo. De vez en cuando miraba para atrás y veía cuatro o cinco corredores más o menos distanciados. Por delante Jime se me escapaba definitivamente.

No me cabe duda de que cada vez corría más despacio. Para correr contra el viento hay que tener fuerza y yo no soportaba tanto cambio de ritmo provocado por las ráfagas que soplaban en contra. Aún así mantenía el tipo (o lo intentaba al menos, en especial al paso de meta, llena de público) y el puesto.

Y llegó la cuarta vuelta. Mis rivales Lamdasem y Fifa no debían estar lejos … pero tampoco estaban muy cerca, porque ya habría recorrido unos 800 metros cuando escuché la campana que indicaba que ellos entraban en su quinta y última vuelta.
Tampoco podía hacer mucho más que  “oírles” venir. Seguí a mi ritmo, recortando metro a metro la distancia que me separaba del paso por mi última vuelta, que alcancé muy poco antes de que ellos salieran del circuito para disputar el sprint.

Cerca anduvieron… pero no lo consiguieron. Y así afronté los últimos dos kilómetros de carrera, con Juan Carlos muy cerca y otro par de corredores que fueron quedándose por delante, recibiendo los ánimos que, el ya escaso público, pero el más generoso, dispensa a los últimos de la competición.

Entramos en meta.

Los cinco representantes del club habíamos salvado el honor. Cinco veteranos corriendo en el Campeonato Absoluto de Cross de Castilla y León es una apuesta muy fuerte y un tanto alocada. No recomendable. Lo normal hubiera sido salir escaldados, pero nos libramos. Esta vez nos libramos. Hace falta gente más joven en el equipo para estas batallitas.

Y... en fin... se acabó la temporada de cross: Atapuerca, Alcobendas, Cantimpalos, Avila y los regionales de veteranos en Salamanca y absoluto en Valladolid. Suficiente.


Vamos a la ruta. Próxima estación: la carrera monumental de Segovia.

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