viernes, 27 de mayo de 2016

TREKING NEPAL HIMALAYA. LA CARA B: CUANDO MIRAS... LAS OTRAS COSAS QUE VES



Apareció por un recodo del camino, por ese camino que poco tiene de llano y en el que las piedras colocadas desde hace decenios obligan a dar un paso largo, dos cortos, un salto y vuelta a empezar. Cuando le vi me pareció complicado transportar la carga, más por el volumen que por el peso. Me paré, disparé la cámara y me aparté para dejarle pasar. Pero se detuvo a mi lado. Apoyó la carga en el suelo. Entonces le pregunté mientras le observaba: ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas? ¿Cuánto peso transportas? ¿Cuánto te pagan? No pensé que el interrogatorio pudiera molestarle, y a tenor de su sonrisa y de sus respuestas, no lo hizo. Venía de Khumjung y se dirigía a Some, seis o siete kilómetros de recorrido, transportaba catorce tablones de madera de unos 2,10 metros de longitud x 30 de ancho y 5 de grosor, es decir, unos 10 kg de peso por tablón … 140 kg. La pagaban a 400 rupias por unidad, 5600 rupias… unos 45 euros. Le miré con respeto. No. No solo respeto. Le miré con admiración. Me despedí de él. Me sonrió, se dio la vuelta y se marchó. Aún me quedé un rato hasta verle desaparecer, completamente encorvado, soportando el desequilibrio que provocaba cada golpe de la parte inferior de la carga en alguna piedra saliente. El pantalón, remangado hasta la rodilla, me permitió ver tensarse los gemelos a cada paso. Imaginé el esfuerzo de todos y cada uno de sus músculos. 140 kg en la espalda.

De rodillas y completamente cubierto de polvo sobre una montaña de escombros. No acababa de entender muy bien qué estaba haciendo, así que me aparté un poco. Aún tardé en darme cuenta. Estaba separando los ladrillos que tal vez pudieran ser de utilidad del resto de materiales del derribo. Cuando me di cuenta recorrí con la mirada todo el solar. Decenas de montoncitos de ladrillos, algunos completos, la mayor parte simples trozos. Separados uno a uno. A gatas. Removiendo todos y cada uno de los trozos de cemento, hormigón, madera y hierro que en su día se desplomaron. Me miró. No me atreví a disparar la cámara. Solo me fijé en sus ojos.  Dos puntos oscuros escondidos en sus respectivas cavernas, tan profundas como su resignación y su tristeza. Esos ojos me vieron por dentro. Y sentí vergüenza.

¿Cuántos años tendría esa mujer? ¿Sesenta? ¿Setenta? A lo mejor muchos menos a pesar de su apariencia. Aguantaba cada golpe de palada con una ligera flexión de las rodillas. Las fui contando una a una. Doce. Doce paladas de piedra machacada a la espalda en un cesto de mimbre. Una banda elaborada con un trozo de plástico a la frente. Bajar la rampa del camión, recorrer veinte metros y descargar. Y vuelta al camión. Con la ropa tan raída como su propia cara, cada centímetro surcado por arrugas ensombrecidas por el polvo y la mugre. ¿Cuantas horas llevaría así?

Treking en Nepal. Montañas. Ochomiles. El Everest. Glaciares. La épica del alpinismo en el corazón del Himalaya. El Lhotse. El Ama Dablam. Las gestas míticas de los más grandes montañeros recogidas en la literatura del género revividas sobre el terreno.

Pero si te apartas del camino y abres los ojos, entonces te encuentras la realidad. Y si te dejas, te golpea.

Y semanas después, esas caras no se desdibujan, siguen presentes. Aún más que las montañas.

sábado, 21 de mayo de 2016

ZANCADAS SOLIDARIAS POR INES 2016


El próximo 19 de junio se celebra una nueva edición de la carrera "ZANCADAS SOLIDARIAS POR INÉS".
El objeto de la carrera es ayudar a la familia a comprar un bipedestador para Inés, para lo cuál necesitan al menos 2400 €.

Las inscripciones, al precio de 10 € se pueden realizar en los siguinetes establecimientos deportivos:
-Deportes Alfonso 
-Moreno Sport
-Deportes Tiritoru
-321Run 
-Deportes Sanchez
-Masqrunning
y en la web careraspopulares.com

Podeis ampliar información en 
facebook unasillaparaines
twiter @ZSolidarias
y en el teléfono 633877626

Por mi parte os animo a participar una vez más en una carrera de carácter solidario. 

lunes, 16 de mayo de 2016

PARAR, CALLAR, ESCUCHAR, MIRAR




En 1953 Tenzing Norgay y Edmund Hillary alcanzaron por primera vez la cumbre del Everest.
Cuando, años después, Jamling Norgay le expresó a su padre su intención de subir a la cima más alta del planeta, éste le contestó: 
¿Para qué quieres subir? 
Ya lo he hecho yo por tí.
Desde la cumbre del Everest no puedes ver el mundo entero, Jamling.
La vista desde allí solo te recuerda lo grande que es el mundo y la cantidad de cosas que hay que ver y aprender.