martes, 26 de octubre de 2010

UNA TRIBU DE SUPERATLETAS: LOS TARAHUMARA

Hay personas que ya deberían haber salido en este blog y todavía no lo han hecho. Son personas a las que quiero y admiro y, tal vez por eso, me cuesta escribir acerca de ellos.
Antes o después saldrán. Ya sabéis que este blog es una foto de mi alma y unas veces enseño más y otras menos.
Una de estas personas es mi amigo Vicente. Un amigo a muchos miles de kilómetros de distancia, que, de visita a España este verano, encontró un hueco en la maleta para traerme un libro que habla de correr y de corredores. Estoy leyéndolo, con cierta dificultad (porque se me está olvidando el inglés), pero con mucha ilusión e interés. Tanto que no podía creer algunas de las cosas que en él aparecen. Tal es así que tuve que abrir la ventana al mundo y asomarme a través de internet para corroborar algunas de las cosas que cuenta. Y ¡vaya si son ciertas!
Narra la existencia de una tribu de superatletas en las montañas de Sierra Madre, en México. Gente capaz de correr cientos de kilómetros seguidos. Gente cuya vida constituye un continuo movimiento de acá para allá a través de los profundos cañones que configuran esta Sierra. Gente que vive para correr. Los Tarahumara.
Ved este video para ir abriendo boca.


domingo, 24 de octubre de 2010

HERE COMES THE SUN



La mejor hora para entrenar en el verano es el amanecer. Es un poco duro el despertar, pero compensa. La primera hora del día es la más fresca. Por mucho que esperes a la caída de la tarde el calor se mantiene.
Muchos días de verano a lo largo de estos últimos años me he levantado entre las tinieblas de la noche y con mucho cuidadito de no despertar a nadie, como un furtivo, he salido de casa a correr. Uno de mis recorridos habituales era salir en dirección hacia la carretera de El Espinar, entre las calles iluminadas de las Hervencias, todavía de noche, de manera que al llegar al camino que va hacia Bernuy (el carril bici) me recibía la primera claridad del día. Todavía quedaba un rato para que el Sol pudiera levantarse por encima del horizonte que establecen las montañas de la Sierra de Ojos Albos, así que muchas mañanas le echaba una carrera a ver quién llegaba antes al vértice geodésico. Otros días el primer rayo ya me daba en la espalda, de regreso a casa, proporcionándome la compañía habitual de mi sombra, más alargada que nunca, estirándose varios metros por delante de mis pasos. En alguna ocasión, pocas, me cruzaba con otro corredor (qué gente más rara).
De vuelta al mundeo civilizado, la ciudad ya está en movimiento. Me cruzo con la gente que entra a trabajar a las ocho. Me queda poco tiempo para llegar, ducharme, desayunar y salir pitando a la oficina, pero ya he entrenado. El día empieza de otra manera.

lunes, 18 de octubre de 2010

LA MILLA DE ORO

Días atrás se ha celebrado la Milla de Ávila. Una más de entre las decenas que se disputan por toda la geografía española y que sirven para completar los ingresos de los mediofondistas (y de algún “arrimao”), afortunados atletas que has visto cómo su especialidad se acerca al público mediante este tipo de pruebas. Y me pregunto yo, ¿Por qué una milla y no otro tipo de competición? ¿Es que dentro del atletismo solo el medio fondo resulta atractivo al público? Yo creo que no. En una jornada de aproximación del atletismo al gran público, celebrando la competición en la calle o en la plaza, cabrían muchas más especialidades. De acuerdo, el martillo no. Pero ¿el peso? Vale, la longitud tampoco. No se trata de hacer un foso en mitad de la Calle Mayor, pero ¿La altura? ¿La pértiga? Cuando se ve a un saltador desde el mismo suelo que pisa elevarse por encima de un listón a más de dos metros (¡no hace falta llegar a 2,40!) te das cuenta de la magnitud del logro. Cuando ves desde el suelo a un pertiguista superar los 5 metros, te da un escalofrío ver la caída. ¿Qué decir de la velocidad? ¿Ver correr 100 metros en 10’’50 por delante de tus narices? Un espectáculo. ¿Y si le añadimos unas vallas? Lo mismo.
Y sin embargo el atletismo que se enseña al público en su localidad es… la milla. No el 1.500. La milla. ¿Es que no se puede hacer algo diferente?
La organización de una milla precisa del contacto con los agentes de los atletas. Tanto dinero, tantos atletas. O mejor dicho, tantos atletas de élite. Traer a un campeón de Europa como Arturo Casado no es barato. Traer a dos medallistas de bronce del europeo, Olmedo y Blanco, tampoco. Suma y sigue.
Y me vuelvo a preguntar… Tanto dinero en organizar una prueba ¿Compensa? Si pregunto a quien organiza seguro que me contesta que es una forma de acercar a los atletas de élite al público, que los chavales se encuentren con sus ídolos, que les firmen un autógrafo, que se hagan una foto con ellos … (con ellos … y con los políticos, añado yo). El montante de la operación no es pequeño. Pongamos entre 20.000 y 40.000 euros, según la cantidad y calidad de los atletas. Esa suma de dinero, según mi forma de entender el deporte, deberían ser el sobrante del destinado a cubrir las necesidades deportivas de la población del lugar y de sus clubes. Y no me estoy refiriendo solo al atletismo. Yo entiendo que el primer dinero debe dedicarse a la promoción, a sacar deportistas, a fomentar el deporte entre la gente joven, a darles alternativas a pasarse las tardes pegados a una valla hasta que alguien acerca unas litronas y después unos canutos.
Y después a pagar a entrenadores que les enseñen y les cuiden y les eduquen en valores deportivos.
Y si aún queda algo, a mantener, a mejorar y a construir nuevas instalaciones, que falta hace.
Y si sobran pasta, a organizar competiciones deportivas para toda la gente del lugar. Y no me refiero solo a carreras. Me refiero a campeonatos de lo que sea para que al personal se le pase la vergüenza de ponerse en pantalón corto y tirar a canasta, dar raquetazos o jugar al polo (si tiene caballo).
Y por último, si ya están cubiertas y recubiertas estas necesidades básicas de la población (porque el deporte debería ser entendido como una necesidad básica, igual que la educación o la atención sanitaria), entonces adornamos un fin de fiesta trayendo a los mejores a correr (o a jugar al squash) a nuestra ciudad. Y nos hacemos todos, todas las fotos que haga falta y podemos decir bien alto que nuestra ciudad apuesta por el deporte.
Pero en este país solemos saltarnos todo el trabajo de en medio y nos vamos directamente al final.

miércoles, 13 de octubre de 2010

COMIENZA UNA NUEVA TEMPORADA


Hace unos meses comentaba en este blog el inicio de una nueva ronda de médicos. Necesitaba saber qué pasaba con mi rodilla. Necesitaba confirmar que podía comenzar una nueva temporada. Ya he terminado esa ronda y pintan bastos. Tras las pruebas realizadas, donde el año pasado no se veía nada ahora aparece una imagen que sugiere la existencia de una lesión en el cartílago. Nada que no supiera ya, por mucho que la radiología no lo pusiera de manifiesto. Para eso está el dolor, para indicarle al usuario que algo falla. Así que, después de mi visita al traumatólogo y al podólogo ha resultado que tal vez la rodilla esté igual que hace una semana, pero mi cabeza no lo está. Debería de ir a un psicólogo. He perdido confianza y he incrementado mis temores de cara al futuro. La pregunta clave es ¿Sigo corriendo? Si sigo, probablemente estaré dañándome más la rodilla, lo cual, a su vez, implica un deterioro de aquí a unos años que no sé en qué puede resultar (¿Ir con bastón dentro de quince años?). Si no sigo… ¿Soy capaz de dejar de correr después de treinta y cuatro años haciéndolo? ¿Ha llegado la hora de abandonar? ¿Qué hay de tras de mis zapatillas, mis camisetas, mi chándal y mis sudaderas?. ¿Soy capaz de dejar de correr poco a poco? Estoy como el fumador al que el médico le aconseja que deje de fumar.
Pospongo la decisión.
Me voy a fumar … quiero decir. A correr.

viernes, 1 de octubre de 2010

15 KM VILLENEUVE SUR LOT

El rio Lot. Un pedazo de rio, visto desde este lado del Adaja.

El grupo al completo.

Un año más el Club Puente Romanillos se desplazó a la localidad francesa de Villeneuve sur Lot para participar en una jornada de atletismo en ruta. 18 componentes del club, diez de ellos de la Escuela de Atletismo nos zampamos los más de 800 km de carretera el viernes 24, alrededor de 11 horas de autocar que, para qué negarlo, acaban haciéndose algo pesadas. Allí nos alojamos en una residencia de estudiantes, donde también nos dieron de cenar. Esa noche para estirar las piernas nos dimos un paseo hasta el pueblo, algo que, según alguno, no llevaba más allá de 10 minutos, pero que en realidad, nos supuso una hora de ida y otra de vuelta. De regreso a la residencia los pequeños todavía encontraron energías para estar de juerga hasta las tantas … y mucho.
A la mañana siguiente fuimos homenajeados con una recepción en el Ayuntamiento de Villeneuve por el señor alcalde y el presidente de la hermandad que une Ávila con esta población, así como por el presidente del club de atletismo, que nos invitó a comer. De vuelta a la residencia pasamos la tarde entre alguna suave carrera y un algo más intenso partido de baloncesto.
El domingo era el día de las carreras, así que el hombre del tiempo preparó una jornada esplendida para la ocasión. A las 9:30 de la mañana salieron los infantiles y cadetes, entre los que corría Ángel. De salida los atletas franceses impusieron un ritmo muy fuerte que estiró el grupo. Angel comenzó muy atrás, pero con buen ritmo, seguido de Rodrigo. Algo más retrasados quedaba Lucía y casi cerrando el grupo Iván y Laura. Pero nuestros chavales comenzaron a ganar posiciones en la segunda vuelta. Ángel adelantaba hasta ponerse quinto, con Rodrigo justo detrás de él. Lucía también mantenía su ritmo y remontaba progresivamente. A falta de 400 metros para la meta Ángel se sitúa tercero de la carrera y Rodrigo quinto, entrando en la meta así. Más tarde, debido a la clasificación por categorías dan a Ángel segundo cadete, con un tiempo de 10:52 y, tras una serie de errores de la organización, Rodrigo es tercero infantil. Además Lucía termina primera infantil.
Angel en la carrera.

Angel en el podium.

A las 10:00 se da la salida de los 15 Km. Seis corredores de Ávila, Ana Isabel, Borja y Pablo en juniors, Hector, Tito “El Presi” y yo.
Mi primera carrera de la temporada. Estoy de estreno. Nunca he corrido una carrera en el extranjero que no sea un marathón. Nunca he empezado una temporada corriendo una distancia tan larga. Nunca he entrenado tan poco antes de la primera competición. Este año quería echarle una apuesta a mi blog. El juego consiste en decir el tiempo que voy a hacer en la carrera… antes de correrla. No soy sospechoso de “amañar partidos”. Yo siempre salgo a ganar… aunque no gane nunca. Esta era la porra de antes de la prueba: 59:55 (por aquello de bajar de la hora). No estoy para más (es decir, para menos).
Cuenta atrás y disparo.
418 corredores. Salgo bien y veo a Borja, Pablo y Ana desaparecer por delante. Voy reteniéndome. Queda mucho y no confío en mi estado. Veo la señal de kilómetro 2 7’42’’. Voy más fuerte de lo que debiera. Me pongo a rebufo de un grupo de unos ocho corredores que me acompañan. El trazado de la carrera discurre por una estrecha carretera que recorre una amplia zona de casas bajas con jardín. Parece un lugar magnifico para vivir. Kilómetro 5, 19’47’’. El grupo se ha reducido. Quedamos cinco corredores. Voy delante con otro veterano. Nos acercamos de nuevo al centro de la población. Justo cuando paso por el arco de salida oigo por megafonía algo así como “AnyelIyliesiasFountan”, al pasar por delante del pódium veo a Angel. Está recogiendo su premio de la carrera. Además ya han corrido los más pequeños 1,5 km. Otra victoria para Sonsoles en alevín y tercer puesto para Gonzalo. Sigo a ritmo, pero sin poder dar mucho más. Paso el kilómetro 10 en 39’45’’, es decir, el segundo parcial de 5 km lo he hecho en 19’58’’. Pasada la única cuesta del recorrido, mi grupo de deshace. Uno se marcha por delante, el veterano (¡luego me enteraré que tiene 60 años el colega!) y dos se quedan para atrás, así que chupo rueda de mi único acompañante. A falta de un kilómetro noto que la rodilla me va doliendo y que no me queda mucha gasolina. Me escapo del vecino en un intento inútil de bajar de una hora. Al final entro el 36 con 1h 00’ 14’’ (en la clasificación de la organización me dan más tiempo, pero hay un error). El tercer parcial de 5 km en unos algo lamentables 20’29’’. 8º veterano de 40 a 50 años.
No he bajado de la hora. Blog 1 Yo 0.
Borja es primer junior y Pablo tercero. Ana Isabel es primera absoluta de la carrera. Es la tercera vez que gana esta prueba y ya es de sobra conocida por sus rivales y por la afición.
Regresamos a la residencia a ducharnos, recoger y comer y salimos pitando de vuelta a Ávila. Otras 11 horas de autocar para completar el fin de semana.
No me resulta fácil explicar la sensación que me da el volver a compartir un viaje a una carrera, como hace treinta años cuando yo era uno de los jóvenes del grupo. Así que no lo voy a intentar. Pero, a pesar de la paliza, del dolor de rodilla y de volver a darme cuenta que ya no voy a alcanzar mi nivel… me alegro de haber estado allí.