viernes, 30 de diciembre de 2016

VOLVER POR NAVIDAD


foto Avila run stream

Tenía dos opciones: correr o no correr. Y opté por la primera.

Meses de dolores físicos y anímicos, momentos de angustia, de pena, de impotencia. Solo una cosa me hacía seguir intentándolo. Si a lo largo de mi vida he superado un montón de lesiones, entonces ¿por qué pensar que esta vez no sería igual?

Y si días atrás ya podía salir a trotar un rato ¿por qué no salir en la Carrera de Navidad? ¿Qué diferencia existe? ¿La competición? Si, la competición, pero ¿con quién?

Esta vez solo competiría contra mí mismo … y ni siquiera eso. Esta vez solo tenía que salir a correr, como cualquier día por el Soto, por la presa, por el carril bici o por el camino del vivero. Olvidarme de los tiempos, de los puestos, de los ritmos. Olvidarme de todo.

Solo correr. Nada más y nada menos que correr.

Pero … ¿y si volvían a aparecer los dolores?

Sin peros. Solo correr. Solo ese momento. Lo que tuviera que pasar pasaría igual. Solo correr. Solo el presente. ¿Por qué pensar en las carreras del pasado, en las marcas, en los puestos? Eso ya quedó atrás. Con eso he llegado hasta aquí. ¿Por qué pensar en el futuro? …Y si me duele, y si no aguanto, y la próxima carrera, y cómo entrenar … No. No.

Y corrí.

Y sentí una emoción enorme de estar ahí. Y una satisfacción como pocas veces he sentido en una carrera. Pero no solo por correr. A lo largo del camino muchos me animasteis. Y choqué las palmas con tantos niños como extendieron su palma hacía mí. Y recogí vuestros saludos en la salida y en la meta con la avidez del sediento, enormemente agradecido de volver a estar de nuevo con vosotros.

Y desde ese día he seguido corriendo.



A todos los corredores que no pueden correr porque están lesionados se lo vuelvo a recordar: hay un camino. Hay una salida. Tal vez hay momentos que pueda parecer lo contrario. Pero existe. 

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