¿Hay algo positivo en no poder correr? Lo cambio por correr, pero si. Hay algo positivo. He encontrado un algo. Hace poco he recibido el resultado de unos análisis de sangre correspondientes a una revisión médica ordinaria y me he llevado una sorpresa.
El hematocrito a niveles desconocidos.
¿Qué es el hematocrito? Según el hematólogo de reconocido prestigio mundial Dr. Emiliano Conde Drácula y, dicho de forma breve, es el porcentaje ocupado por globulos rojos del volumen total de la sangre. Es decir las células que transportan el oxígeno a nuestros músculos. Cuanto más elevado sea (dentro de un orden) más rápidamente se oxigena la musculatura mientras está realizando un esfuerzo. Por eso, es un valor tan importante para los deportistas. Los niveles ordinarios varían con muchos factores, pero oscilan entre 40 y 55% como máximo. Lo normal es estar entre 42 y 50%.
Pues bien. Mi hematocrito solía estar en torno al 42%, oscilando más bien hacia abajo, hasta que hace unos años sufrió una crisis semejante a la de la bolsa, bajando progresivamente a valores por debajo de 40, incluso a 38, es decir, un auténtico crack en toda regla. Mientras no lo sabes, no importa mucho. Puede que notes que no rindes, que no compites bien, que te cansas entrenando, pero… ¿Qué corredor no nota eso habitualmente? Y las causas pueden ser muy variadas, fatiga, falta de descanso, estrés, etc. El día que te dicen que es el hematocrito, le pones nombre a la situación y todo lo justificas con ese maldito porcentaje de glóbulos rojos tan escaso.
Difícilmente se sube, así que sufres por tu hematocrito lo mismo que por un mal dolor de … ¿pies?
Y ahora, como efecto secundario, ocho meses después de parar de correr, mis valores de hematocrito han alcanzado valores nunca conocidos: 49%. A buenas horas mangas verdes, pero… ¿Eso quiere decir que, cuando vuelva, mis músculos van a estar más oxigenados que nunca y que no van a conocer fatiga alguna? … que poco me lo creo…
El hematocrito a niveles desconocidos.
¿Qué es el hematocrito? Según el hematólogo de reconocido prestigio mundial Dr. Emiliano Conde Drácula y, dicho de forma breve, es el porcentaje ocupado por globulos rojos del volumen total de la sangre. Es decir las células que transportan el oxígeno a nuestros músculos. Cuanto más elevado sea (dentro de un orden) más rápidamente se oxigena la musculatura mientras está realizando un esfuerzo. Por eso, es un valor tan importante para los deportistas. Los niveles ordinarios varían con muchos factores, pero oscilan entre 40 y 55% como máximo. Lo normal es estar entre 42 y 50%.
Pues bien. Mi hematocrito solía estar en torno al 42%, oscilando más bien hacia abajo, hasta que hace unos años sufrió una crisis semejante a la de la bolsa, bajando progresivamente a valores por debajo de 40, incluso a 38, es decir, un auténtico crack en toda regla. Mientras no lo sabes, no importa mucho. Puede que notes que no rindes, que no compites bien, que te cansas entrenando, pero… ¿Qué corredor no nota eso habitualmente? Y las causas pueden ser muy variadas, fatiga, falta de descanso, estrés, etc. El día que te dicen que es el hematocrito, le pones nombre a la situación y todo lo justificas con ese maldito porcentaje de glóbulos rojos tan escaso.
Difícilmente se sube, así que sufres por tu hematocrito lo mismo que por un mal dolor de … ¿pies?
Y ahora, como efecto secundario, ocho meses después de parar de correr, mis valores de hematocrito han alcanzado valores nunca conocidos: 49%. A buenas horas mangas verdes, pero… ¿Eso quiere decir que, cuando vuelva, mis músculos van a estar más oxigenados que nunca y que no van a conocer fatiga alguna? … que poco me lo creo…
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