miércoles, 16 de mayo de 2012

IRONMAN



3.860 metros de natación, 180 kilómetros de bici y 42,195 kilómetros de carrera a pie. Eso es un ironman, “la madre” de todos los triatlones. El “non plus ultra”. Terminar un ironman es adquirir la condición de hombre de hierro.


Nos pasamos la vida deportiva buscando nuevos retos. Al principio nos basta con terminar una carrera. Después nos proponemos rebajar una determinada marca. Entre medias, ganar a tal o cual rival. Y poco a poco vamos aumentando la exigencia.
Para algunos la carrera clásica se queda corta y qué mejor que probar con el triatlón para convertirse en el atleta completo. Y cuando se dominan las distancias más cortas, un mecanismo de superación alojado en alguna parte del cortex cerebral comienza a dar forma a la idea de hacer un iroman.
¡Un ironman!
3.860 metros de natación supone 154,4 largos en una piscina de 25 metros. Prueba una tarde. Si encuentras una piscina de 50 metros son solo 77,2 largos. Evidentemente la competición se realiza en aguas abiertas, pero … solo como referencia de lo que supone la distancia no está mal ¿verdad?
180 kilómetros de bici es una buena etapa de una gran vuelta. No hace falta que tenga cuestas, de por sí es una distancia exigente, no menos de cuatro horas dando pedales a ritmo de profesional… de ahí para arriba.
Para terminar …un marathón … Solo recordar cómo acababa yo los que hice ¡y pensar que esto es el tercer plato!
Conozco a varios “hombres de hierro”. En realidad son de carne y hueso ( o de carne y pelo, como decía Alberto de pequeño… efectivamente los huesos no se ven) … por fuera. Lo que realmente es de hierro es la voluntad para preparar este tipo de competición, incluso más que para hacerla. Imagino que la competición será como todas, el día del examen, el día en el que todo tiene que salir para dar sentido a los meses en la piscina, en la carretera, en los caminos… el día de disfrutar, de sacar partido a tantos días pensando precisamente en este día.

Y aún hay un más allá. ¿Un ironman? ¿Solo uno?… Un atleta catalan, Josef Ajram, intentó completar siete “ironman” en siete días consecutivos, en cada una de las islas de Canarias.
Si a duras penas me caben en la cabeza las dimensiones de un ironman. ¡Siete en siete días! … me parece algo de proporciones cósmicas. No lo ha conseguido…esta vez. Seguro que lo intenta de nuevo. Ya hizo cinco en cinco días seguidos, así que no tardará en volver a intentarlo. Estos retos se persiguen hasta que se alcanzan.
Existen personas que buscan los límites de la resistencia en las competiciones más exigentes y se demuestra que el ser humano es capaz de superar aquellos que nos parecen imposibles. Siempre se puede ir un centímetro más allá o tardar una centésima menos. Siempre. Y siempre habrá quien se empeñe en demostrarlo.

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