La primera edición del
Memorial Nuria Jimenez fue una buena carrera.
Comenzó con un sentido
homenaje a Nuria y tras un minuto de silencio en su recuerdo, se dio la salida.
Algo más de trescientos corredores, fundamentalmente de Ávila, donde la afición
al atletismo crece día a día.
La carrera fue un duelo
entre Galindo y Luismi Sanchez Blanco, resuelto finalmente a favor de este
último que está en un estado de forma extraordinario. Por detrás Roberto Jiménez
y David Prieto se disputaron el tercer y cuarto puesto. Algo descolgado de la
cabeza en quinto lugar corrió Borja y mucho, pero que mucho después un goteo de
corredores. En categoría femenina tremendo carrerón de Gema Martín, que fue la 12 de la general.
Hay unas cuantas cosas
que quisiera destacar de la carrera. En primer lugar el hecho de que corriéramos
una carrera de 10 kilómetros que tuvo exactamente 10.000 metros. Parece mentira
que en los tiempos que corren, con la cantidad de tecnología que se puede
aplicar para medir un circuito, las carreras tengan unas distancias tan
ficticias. Esta no. Esta fue un 10.000 de verdad. Felicidades a la
organización.
Otra cuestión relativa
al circuito es que en los tramos de pavés, los corredores buscamos las zonas de
firme más estable, que generalmente está en las aceras, enlosadas de manera más
regular. Eso pone en riesgo a todas las personas ajenas a la carrera que están situadas
en lo que se supone que es la “orilla” del recorrido y de pronto se ven
envueltas por una masa de corredores. Yo vi algún momento de peligro vivido por
personas, sobre todo mayores que, asustados, no sabían para que lado tirar,
sabiendo que en cualquier momento alguien se los podía llevar por delante. Las
calles Duque de Alba y San Segundo fueron dos de lugares donde esto ocurrió.
Y, en tercer lugar, me
gustaría hablar de los “recortes”. Yo no acabo de entender muy bien de qué van
algunos corredores. Es ver una esquina y se lanzan a una hipotenusa de
tiralíneas en busca de la distancia más corta. Pase lo que pase. El rey de la
calle. ¿Qué sentido tiene? ¿Recortar unos metros? ¿Adelantar al que les
precede? En esta carrera la peor parte se la llevó una persona que se vio
literalmente arrollada por un corredor en la esquina del Paseo de la Estación
con Hornos Caleros. En este caso alguno se tiró el recorte por la mismísima esquina,
pegado a la pared, sin dar margen a que la gente ajena a la carrera pudiera
evitarlo. Es el colmo. Creo que hay que tener, por lo menos, el mismo respeto
que exigimos a los conductores mientras nosotros estamos en carrera, con la
gente que no tiene nada que ver con ésta y que comparten la calle mientras
corremos. Si nos ponen a nuestra disposición la calzada y nos miden el trazado
por ésta, dejemos las aceras para la gente, muchos de los cuales están de
espectadores, pero otros no tienen por qué tener interés alguno en nuestras
correrías. Un poco de respeto y más atención a lo que hacemos.
Y … ¿qué hice yo en la
carrera? Pues pasármelo en grande. A pesar del viento y de las cuestas disfruté
muchísimo. Durante mucho tiempo corrimos juntos Angel y yo, aunque esta vez a
él le pasaron factura la carrera del día anterior, sus exámenes y sus partidos.
Clavé el tiempo que predije, 38’15’’, y me parece muy bueno para mi momento
actual.
Y de remate, un gran
ambiente después de la carrera. Por cierto, me figuro que os daríais cuenta que
el viento dejó de soplar completamente al rato de acabar. Cosas de las carreras…
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