Un año más se celebró la carrera del Resucitado. Un año más el tiempo puso las cosas difíciles a los corredores, aunque esta vez no se “abrió el cielo” para dejar escapar el torrente de agua que cayó en la edición pasada, pero sí hizo frio, más del normal, lo suficiente para incomodar a los corredores.
Otra vez me quedé sin correr.
Estuve en la orilla animando y haciendo fotos que os dejo para que os veáis.
Gran carrera de Luis Miguel
Sanchez Blanco que ganó con autoridad. Muy bien los jóvenes Jorge y Álvaro (¡qué
carrerón!) y qué buenos los veteranos, cumpliendo como siempre y superando a
los senior (el décimo veterano entró el decimosétimo de la general).
Incombustible Encabo. Jose María Diez y “Zipi” adelante como siempre, aunque no
tan fuertes como otras veces.
Con todo, este blog siempre ha
sido más proclive a encontrar a los campeones entre la parte más anónima del
pelotón. Cada corredor tiene una historia. Muchas son desconocidas por los
demás. Muchas pertenecen a cada uno de nosotros y no trascienden. Algunos lo
contamos todo y otros, más reservados, solo dan pinceladas de lo que sienten y
padecen. Así que muchas veces pasan por delante de nuestras narices de
espectadores, personas cuyo mérito merece un aplauso y un reconocimiento por su
esfuerzo y por mantener su ilusión. Y, de entre todos ellos, esta vez me
gustaría destacar a aquellos que han estado en la parte delantera de las carreras
y ahora, por las circunstancias más variadas, están en la parte de atrás. Pero
salen a correr. Salen a competir. Saben que hubieran podido estar mucho más delante
de donde están, pero … Así que mi especial reconocimiento a Luis Miguel San
Segundo. Eres un autentico campeón.
Y para terminar, un sucedido que
me pasó. Estaba yo con mi cámara en ristre, animando de la mejor manera que
podía con esas palabras de ánimo que no pretenden más que eso, animar un
poquillo. De sobra sé que las piernas las mueve cada uno, pero me parece que
una voz de reconocimiento al esfuerzo desde “la banda” es mejor que un
silencio. Pues bien, en estas estábamos, terminando la tercera vuelta … “venga un poco más, que estáis cerca de meta”
“vamos ánimo”, “arriba campeones”… cuando un corredor, sin duda molesto con mis
palabras, va y me espeta en un tono airado que no dejaba lugar a dudas … “ya me gustaría verte a ti aquí”…
…
“ya me gustaría verte a ti aquí”
Me quedé unos segundos pensando…
veinte meses largos (veinte meses y veinte días, para ser exactos) sin correr …
Si tú supieras machote… ¡Ojalá pudiera
estar ahí!
Hola Ángel. Me gusta mucho leer tu blog ya que más o menos los dos estamos (o hemos estado) en la misma situación.
ResponderEliminarBueno, el día de esta carrera la mía era un poquito mejor que la tuya. Al menos estaba corriendo.
Espero que pronto lo estés tú también. Y mientras tanto muchos ánimos y gracias.