Nevó. Nevó durante toda la noche, cubriendo por completo el recorrido y nevó durante toda la mañana, haciendo que esta edición del Cross de Ávila “Memorial José Soriano” quede marcada en nuestra memoria.
Y lo cierto es que la nieve
transformó este cross, ya de por sí especial, en algo completamente novedoso
para muchos corredores, porque no es habitual correr en estas condiciones. Y
tampoco se hizo especialmente duro. Quizá la peor parte se la llevaron todos
aquellos que no calzaron clavos, porque fueron muy numerosas las
caídas, sobre todo en los cambios de dirección.
La nieve, protagonista durante
toda la jornada, deslució la entrega de premios y el tradicional sorteo de
regalos, pero es que el frío era intenso y más con los pies mojados.
A las doce en punto de la mañana,
unos 580 corredores nos apiñábamos en la línea de salida. Tras el disparo, la
prudencia obligaba a correr más despacio de lo habitual, el terreno estaba
lleno de charcos, resbaladizo y, en algunas zonas, peligroso. Así que el ritmo,
necesariamente, no podía ser igual que
sobre un firme limpio y seco.
A escasos trescientos metros de
la salida me da alcance Angel, e intento pegarme a él. Nada. Es inútil. No ando
nada y el va muy deprisa. Lo cierto es que estoy disfrutando de correr. Ya
tenía ganas de volver a este cross, pero … no me andan las piernas. No pasa
nada. Voy adelantando algunas posiciones a la vez que pierdo otras. Me pasa
Juan Carlos… intento pegarme, pero … tampoco. Sigo a mi ritmo. Las zapatillas de clavos me permiten ir con
algo más de confianza, pero a mi alrededor veo varias caídas. La peor de ellas
un chaval que cae justo delante de mí en un enorme charco a la salida de una
cerrada curva. Creo que ha metido hasta la cabeza en el agua. Me da tiempo
justo para esquivarle, y lamento no reaccionar a tiempo para ayudarle. La
verdad es que se levanta como un resorte para continuar la carrera.
Pasan los kilómetros. Mucha gente
me anima, aunque escasamente puedo dirigirles una mirada porque no me atrevo a
levantar la vista para ver por donde piso. Está José Torrubias con sus muletas, a pesar del frío y del barro. Cómo me gustaría verle correr aquí el próximo año.
Otra caída más. Un corredor ha
levantado una rama escondida bajo la nieve con un pie y tropieza con ella con
el otro. Al suelo.
Julio está entre el público. “Qué envidia me dais. Cómo me gustaría estar
ahí disfrutando con vosotros”. ¡Qué bien te entiendo! Las lesiones son la
parte más complicada de este mundo del correr. Del deporte en general. Pero,
por otra parte, una vez superadas, fortalecen la pasión por las carreras.
He perdido afán competitivo. Voy
disfrutando como un enano, pero noto que voy corriendo apenas sin sufrir. Llevo
un ritmo cómodo pero no voy dejándome “el páncreas” como en otras ocasiones. Se
que no he entrenado apenas para ir a los ritmos a los que corría antes… pero es
que no sé si tengo ganas de volver a entrenar a tope. Me da tanto miedo
volverme a lesionar que no acabo de decidirme. ¿Me estoy justificando? Creo que
no. Creo que en el fondo, esta vez me da
igual tanto el tiempo como el puesto. Y prueba de ello es que un veterano me
plantea un sprint en los últimos 200 metros … y ni así me pongo al 100%.
Acabo radiante. He corrido. He
terminado y no me ha dolido nada. Esto es un triunfo más. Ángel me ha dado una
paliza (3-1 vamos ya). Sube al pódium como tercer juvenil. Más de un minuto de
diferencia en la meta.
Mercedes, por su parte, completa una gran
carrera, terminado segunda de su categoría. Este año está recuperando poco a
poco su estado de forma y su nivel.
Grandísima carrera de Luismi,
otra vez, de Diego, que va camino de ser un gran atleta, de Jorge, Borja,
Álvaro, Alfonso, Jime … Raúl Moreno (¡qué
carrerón!), mi buen amigo Raúl Ranz, Regino, Yuste, José, Juan Carlos … muchos
corredores. En Ávila ha crecido mucho la afición y la gente cada vez corre más.
Y como siempre, la organización
impecable. Ellos son los verdaderos triunfadores de esta carrera. Las
atenciones a los corredores, los detalles, el esfuerzo y la dedicación que
ponen son un lujo para esta ciudad. Podían tomar nota algunos de los que
estaban en el pódium dando premios e implicarse un poco más en el desarrollo del
deporte abulense. Además de dar premios … hay mucho que promover, ayudar y hacer.
Ángel como suele ser habitual en tus comentarios, acertados y certeros, comparto todo lo aquí relatas.
ResponderEliminarun abrazo y a seguir en esta linea.
Muchas gracias.
ResponderEliminarSeguro que estabas por allí pero no te vi.
¿Qué tal andas?
Ya sabes nunca bien del todo, ahora un poco tocado del pié izquierdo (el NO operado), tengo una pequeña metatarsalgia, aunque no me incapacita para trotar. Nos veremos trotando por ahí... a tí ya te veo que estas cogiendo de nuevo muy buen ritmo en las carreras.. ME ALEGRO MUCHÍSIMO, pues también llevas lo tuyo con las lesiones
EliminarGracias por tus comentarios y por ser como eres. Palabras como las tuyas son las que hacen que merezca la pena todo lo que hacemos. Gracias por estar siempre cerca.
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