Se pueden hacer unas cuantas
cosas para conseguir que un 10.000 sea algo diferente. Un poco de imaginación a la búsqueda de algo original fue suficiente para hacer de la carrera de El Fresno una alternativa divertida
y atractiva, tanto para los corredores como para el público.
Al final del verano son tantas
las carreras que se han venido celebrando que conseguir una inscripción elevada
era poco menos que un imposible, pero a poco que funcione el “boca a boca” y si
la carrera se mantiene en el calendario (como todos los que corrimos deseamos)
será con seguridad una de las más populares de las que se celebran en las
cercanías de Ávila.
La organización resultó excelente
en un circuito completamente llano de 2,5 km por el casco urbano de El Fresno,
ese pequeño pueblo por el que tantas veces hemos pasado, corriendo o en bici,
esta vez lleno de gente animando el paso de los corredores.
La carrera se disputaba en tres
categorías, masculina, femenina y mixta. La pareja formada por José Antonio y Borja, del Puente Romanillos, se alzó con el triunfo. Por su parte en
categoría femenina Pilar y Olga no tuvieron problemas en conseguir la victoria.
Mucho más disputada estuvo la
categoría mixta, resultando al final campeones la pareja Roberto Rubén y
Cristina.
Mercedes y yo terminamos 18º (5º mixto) con las piernas bastante machacadas aún de nuestras últimas aventuras y Ángel,
formando pareja con Sergio, en 9º posición.
Al término de la carrera un
avituallamiento muy variado (y para los golosos, entre los que me encuentro, …
irresistible) y unas cervecitas por gentileza de los bares locales en un
ambiente atlético muy majete.
Enhorabuena a la organización y a
esperar la próxima edición.
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