Igual que ocurre en la Bolsa del Mercado de Valores, en las
carreras populares también hay pruebas que “suben”, en participación, en
organización, en mejoras en general, otras “bajan”, por muy variados motivos, o repiten, o sea que año a año se mantienen
igual.
Este fin de semana tocaba la carrera popular de
Martiherrero, en su cuarta edición.
Martiherrero sube. Una gran subida. Los tiburones de Wall
Street estarían atentos.
Este año la carrera modificó su recorrido, introduciendo más
terreno urbano por el pueblo en detrimento de los caminos de ediciones pasadas.
Además se anunciaba un espectáculo de zumba, una barbacoa y un sorteo de
regalos. Sábado por la tarde. Sin otras carreras próximas en el calendario…
Las semanas anteriores los organizadores, con Luismi Sanchez
Blanco como jefe de todo, se lo trabajaban a conciencia con entrenamientos
colectivos.
Los resultados se hicieron palpables. A las siete de la
tarde ya era complicado aparcar en las inmediaciones de la salida. Casi 200 corredores a los que hay que sumar
los de las categorías menores y mucho público, del pueblo y también de Ávila a
disfrutar del ambiente.
Resulta que como ahora ando corto de entrenamiento, escaso
de fuerza, carente de velocidad y con 0,00 de ganas de andar sufriendo, salí
atrás del todo, así que no sé cómo se desarrolló la carrera … por la parte de
delante. Por atrás las cosas son de otra manera, también hace calor, también hay
fatiga, jadeos, entrega, esfuerzo, hay más polvo porque ya ha pasado una parte
importante del grupo… pero hay otros objetivos distintos a ganar la carrera o
la clasificación de la categoría. La genta aquí corre más por sensaciones, se
forman más grupos para ayudarse entre corredores, hay más momentos de “desconexión”,
un poco más de reposo… y más alegría.
En ausencia de Luismi, la carrera la ganó Roberto Rubén Jimenez, con
Borja en segunda posición. Entre los tres pueden estar subiendo al pódium en
todo lo que queda del verano, porque están muy por encima del resto, aunque habrá
que ver qué pasa si se presentan Diego Jimenez o Pablo Rodriguez o incluso
Jorge Blázquez. El atletismo en Ávila tiene mucho nivel y no es nada fácil
ganar una carrera de estas.
Y después a bailar zumba y a comer panceta… con una sudadera
por encima porque en cuanto se quitó el sol empezó a bajar la temperatura y la
verdad es que se quedó un anochecer fresquito.
Enhorabuena a la organización de la prueba porque fue un
gran éxito en todos los sentidos y a consolidar el “valor” en este complicado
mundo de las carreras populares, donde el entusiasmo y las ganas de unos pocos,
nos permiten pasar en verano de un fin de semana a otro y de pueblo en pueblo
poniendo en práctica nuestra afición por correr, de una manera más distendida
que en el resto de la temporada.
Tengo fotos de la carrera. De casi todos ...En cuanto tenga tiempo las traigo al blog.
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