Foto: http://deportesenavila.blogspot.com.es/ |
Se ve que me duraba el subidón de la San Silvestre porque de
ninguna manera esperaba realizar una carrera como la que me salió.
Me fui a calentar con Ángel y con Rodri, dos galgos que ya
me llevaron más rápido de lo que yo hubiera ido para un simple calentamiento.
Después hice un par de rectas para poner las piernas un poco
en situación. Y la verdad es que las notaba algo cansadas. Pero tampoco para
morirse. Tal vez estaba buscando una excusa para no correr muy deprisa.
Aún así, en la salida decidí tomarme con calma la carrera.
Salí tranquilo y sin entrar en batallas.
El primer tramo lo hice a gusto. Al poco comenzamos a encontrar
mucho más barro del que yo esperaba después de bastantes días sin lluvia, pero
a medida que avanzábamos el terreno se complicaba y obligaba casi a correr en
fila para pisar por la zona menos peligrosa.
Adelanté a unos cuantos corredores y me fui detrás de
Roberto Piedelebo que está empezando a ponerse a tono.
Unos metros más allá vi
a Saúl, corriendo solo y me fui a por él con intención de pegarme y aguantarle,
pero al llegar a su altura me animé a ponerme por delante.
Al poco comenzaba la
cuesta.
No tenía intención alguna de darme un calentón, así que me puse a ritmo
hasta que me cazaron Jorge y Diego, que estaban realizando un entrenamiento a
ritmo que a mí me venía de perlas.
Ese ritmo de entrenamiento era mi ritmo de
competición, así que me puse a su rueda y bajamos como un rayo la cuesta, de
nuevo hacia la meta.
Pocos metros por delante iba Jime. Intentaría llegar hasta
él y aguantarle. Pero, para mi sorpresa, le adelanté y seguí a buen ritmo tras
mis dos inesperadas liebres, que seguían
a lo suyo tan tranquilos y de charla, pero que me estaban llevando en
volandas hasta el final.
Terminé con un resultado inesperado bajando el tiempo
que realicé el año pasado en casi minuto y medio.
¿De dónde salieron las fuerzas para hacerlo? De la cabeza.
Hay días mejores y otros peores, pero en competición hay mucho de estado mental, a
veces más de lo que pensamos.
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