Cuatro años después
volvía a Navalacruz. El tiempo pasa muy deprisa.
Muchos corredores y toda
la gente del pueblo volcada con la
carrera proporcionaban a la tarde un atractivo especial. Y calor. Mucho calor,
como suele ser costumbre en cuanto empieza la temporada de carreras por los
pueblos. Calenté con José María ¿Quién mejor para contarme cosas de la carrera
y del lugar que uno de sus más ilustres lugareños? La subida, dura hasta haciéndola
despacito y la bajada….“Fíjate”, me
dijo. “Una cuadrilla de jubilados la ha
barrido entera esta mañana para que no tengamos problemas”. Me pareció el
mejor ejemplo de lo que son estas carreras… hacer las cosas sencillas y con
cariño. Como debería ser todo en nuestra vida.
Nos vamos a la salida.
Aquí no hay codazos ni nervios. Salgo tranquilo y en seguida se marchan los
primeros a disputar la victoria. En el recorrido hay gente animando y
repartiendo agua. Llego a la bajada y recupero algunas posiciones. Cruzamos el
pueblo, un zigzag por las calles con la gente sentada a la puerta y en zonas
concretas aplaudiendo el paso de los corredores. Segunda vuelta. Otra vez a
subir. No tengo mucha fuerza así que otra dosis más de tranquilidad. Y de
nuevo, en la bajada, recuperando sensaciones, con calma.
En la meta nos volvemos
a juntar todos poco a poco. Las cuestas, el calor, las curvas, la bajada, … los comentarios habituales. Y la bebida …
fresquita. ¡¡¡Cómo se agradece!!!. Ángel ha terminado octavo y sufriendo. Yo he
debido andar por el puesto 15.
Esperamos la entrega de
premios y el sorteo en compañía de la gente de Navalacruz que sabe pasarlo
bien. Música, baile y bocadillos para todos. No sé si he tenido una suerte
especial o tengo mucho hambre, pero el mío está de muerte… Las cosas hechas con
cariño…
Nos vamos de Navalacruz
a eso de las 22:30. La hemos echado bien larga, pero lo hemos pasado bien. En
el coche vengo pensando que cada vez corro menos y cada carrera me esfuerzo
menos. Lo primero es inevitable. Lo segundo … debe ser consecuencia de no tener
muchas ganas de sufrir. El caso es que cuando llego a casa miro a ver qué
tiempo hice en 2011, la vez anterior que corrí: 21’ 09’’. Hoy he hecho 21’ 05´´
… ¡¡¡Pues tan contento!!! ¿Qué es eso de que cada vez corro menos?.
¡Vaya "JJ" me he encontrado por internet!
ResponderEliminarYa brujulearé con calma por tu blog, la cosa pinta interesante.
De momento a ver si me recupero un poco para el último "sprint" de mañana en el CPM.
Ángel, ¡eres un tío GRANDE! con todas las letras.