martes, 27 de diciembre de 2011
viernes, 23 de diciembre de 2011
¡FELIZ NAVIDAD!
Os deseo unas felices fiestas y sobre todo un año 2012 llenos de éxitos, de los éxitos que nos hacen a cada uno de nosotros ser mejores personas.
Os dejo esta vieja versión de uno de mis villancicos favoritos.
jueves, 15 de diciembre de 2011
UNO DEBE PODER CONFIAR EN ALGUIEN

Me mosquea, no obstante, el trato que se dispensan entre sí, por cierto, en el culo del paciente. Me explico. El traumatólogo emite su docta opinión, su diagnóstico y su tratamiento despreciando olímpicamente cualquier comentario sobre las posiciones del resto de especialistas, por ejemplo, algo del estilo “Las plantillas no son una solución, incluso pueden llegar a ser un problema”. Si hablas con el podólogo, que además es médico y por añadidura, traumatólogo, resulta que las plantillas son la solución y además es que son la única solución. (hablando con ellos llegas a pensar que tal vez unas plantillas incluso fueran la solución a la crisis).
La consulta a otros especialistas introduce tratamientos a base de radioterapia, electroterapia, magnetoterapia, o aportes de vitaminas, oligoelementos, etc. Todo un complejo curativo al combate contra el dolor. ¡Tachan!
El paciente, ansioso de curarse, obedece con disciplina marcial e intenta asimilar las explicaciones de unos y otros, hasta que llega el momento del bloqueo total. ¿Quién tiene razón? O peor ¿Alguno tiene razón? ¿Por qué hay tantas discrepancias a la hora de tratar una lesión? ¿Por qué hay tanta ambigüedad en los diagnósticos y tratamientos de las lesiones deportivas? ¿A quién hacemos caso?
Recuerdo una consulta con un traumatólogo, hace años, al que acudí con uno de mis frecuentes dolores de rodilla. Después de pedir las oportunas pruebas diagnósticas y de explorarme la rodilla de forma muy profesional, me despachó con el siguiente diagnóstico y tratamiento, y transcribo casi literalmente porque me dejó boquidifuso y patiabierto “en realidad no sé muy bien a qué se debe el dolor, la resonancia no define claramente el origen del mismo y la exploración es normal, así que creo que debes seguir corriendo hasta que se te rompa algo y entonces vuelve por aquí a que te operemos y te arreglamos lo que haga falta”.
Yo me quedé mirando al título de médico que colgaba de la pared de la consulta, por si acaso se rompía el cristal o se caía el marco. Pero como no pasó nada me levanté, le agradecí su ayuda y me marché con mis dolores a otra parte.
lunes, 5 de diciembre de 2011
CATACROC
La temida recaída.
No me lo podía creer.
Iluso de mí.
Si he tenido paciencia estos últimos cinco meses, ahora no me cabe otra que seguir teniéndola. Esta vez estará la paciencia sola solita, porque la esperanza de poder correr alguna carrera en particular, se ha esfumado. Ya correré cuando pueda. Cuando pueda de verdad, porque está claro que la fascitis plantar es una lesión que no admite “grados de curación”, o tienes fascitis o no la tienes. Y si la tienes, por pequeña que sea, más vale estarse quietecito hasta que desaparezca del todo, del todo, del todo.
Así que vuelvo a empezar: rehabilitación, masajes, estiramientos, gimnasia, elíptica, bici y control mental, mucho control mental para no mandarlo todo …al más allá.
domingo, 27 de noviembre de 2011
26 DE NOVIEMBRE. REFLEXIONES.

Me siento como los navegantes que cruzaban el Pacífico en un velero y en mitad del océano el viento les abandonaba. Días eternos de encalmadas sin poder hacer nada, esperando, esperando, esperando… Solo la certeza de que antes o después un soplo de brisa hincharía las velas de su barco, les hacía mantener la esperanza.
Lo mismo me ocurre a mí. Igual que al caminar un pie sigue al otro, en la recuperación de mi lesión, un pie, ya listo para la acción, le enseñará el camino al otro, todavía con molestias. Quizás en un par de semanas esté listo para comenzar a entrenar. Tal vez sí, pero tal vez no, así que hay que aguantar.
La ventaja, si es que existe alguna en estas lesiones largas, es que el cuerpo se acaba acostumbrando a no entrenar. Sí. Parece mentira pero es así. Igual que al principio, el cuerpo te exige correr, al cabo de tantos meses no se experimenta esa ansiedad por no poder hacerlo y, mientras, la cabeza va imponiendo su racional criterio: paciencia, prudencia. Llegará el día en que pueda comenzar a entrenar y no sabré distinguirlo. Pasarán unos cuantos días más en los que se impondrán razonamientos conservadores, el temor a una recaída frente a la necesidad de salir.
Hoy he estado haciendo unos kilómetros en bici. He transitado por sitios por los que hacía tiempo no pasaba. Mis circuitos de entrenamiento. El otoño los ha transformado. Me he parado en un par de ocasiones para verlos con más calma. Para reconocerlos. Los caminos, los árboles con muy pocas hojas ya, los colores, el agua, el aire frio. Años seguidos viviendo esas transformaciones a diario y este las encuentro de pronto.
Paciencia.
Prudencia.
jueves, 17 de noviembre de 2011
SAN SILVESTRE VALLECANA 2011. PERIPECIAS/1

Los días han ido pasando y los pies no acababan de dejarme tranquilo. Un par de pruebas para ver qué tal me iba. Resultado negativo.
Una fecha límite. Si estoy recuperado antes podré correr con garantías. Si no ...
20 de noviembre. 40 días. Si no empiezo a entrenar antes no hay posibilidad de correr.
Cuando digo correr quiero decir exactamente eso: correr. Correr como he corrido siempre esta carrera: al 110%. A tope desde el metro 1 hasta el 9.999.
Es verdad que tal vez pueda correr más despacio. Es verdad que puedo salir en la carrera popular y tomármelo como la fiesta que es, sin dejarme el corazón, los pulmones y el páncreas en la carrera. Si. Es cierto. Pero esa es otra carrera. No es mi San Silvestre. Es otra San Silvestre. Y yo la que quiero correr es la mía.
Para el día 20 quedan 4 días. El pie derecho está listo. El pie izquierdo no. Tengo todavía un dolor residual en el talón y no quiero hacer tonterías. Si estoy bien corro. Si no, no corro. O lo que es lo mismo: hasta que desaparezcan los dolores no empezaré a entrenar.
Y aún así luego queda por ver cómo está la rodilla. Porque esto de los pies no es más que el primer plato … Así que no hay muchas posibilidades de que lo consiga. Sin embargo … me queda la esperanza de seguir intentándolo.
jueves, 10 de noviembre de 2011

Una prueba el lunes. Diez minutos de carrera por el césped de la deportiva. No funciona.
A seguir con la recuperación.
Llegará el día.
Gimnasia, elíptica, estiramientos, rehabilitación. Gimnasia, elíptica, estiramientos, rehabilitación. Gimnasia, elíptica, estiramientos, rehabilitación ….
Estar lesionado es duro, se puede decir de otras maneras, pero cualquiera que haya pasado por esto me entiende. No tiene nada de divertido. Pero hay un aspecto colateral que es justo destacar: la cantidad de gente que me pregunta, me anima y me ayuda. Esa palabra de aliento vuestra es impagable. Esa palabra me ayuda a renovar la ilusión y me acerca un paso más al día en el que vuelva a estar en la línea de salida. No es que me ponga cursi. Es que es verdad.
Mientras llegue ese día… Gimnasia, elíptica, estiramientos, rehabilitación.
sábado, 29 de octubre de 2011
QUÉ HACER PARA CURARSE UNA FASCITIS PLANTAR (INVESTIGANDO SOBRE QUÉ HACER PARA CURARSE DOS)
El caso es que hay pocas cosas que contar. A estas alturas de la temporada debería estar entrenando a tope preparando los crosses y las carreras de 10.000 metros de otoño, con el horizonte de la San Silvestre asomando desde lejos. Pero todo eso está guardado en un cajón encima de un armario. Toda mi energía se concentra en recuperar mis pies y mi rodilla. Sin distracciones. A estas alturas tengo un pie casi casi bien. El derecho. Sin embargo el izquierdo está mal. Unos días con menos dolores, pero con recaídas continuas. Necesito más tiempo. Tiempo para recuperarme. Os presento la lista de cosas que he hecho (que estoy haciendo) para reparar los estragos de la fascitis:
• Masaje
• Microonda pulsátil
• Electro estimulación
• Laser
• Osteopatía
• Antiinflamatorios orales
• Antiinflamatorios en pomada
• Emplastos de arcilla
• Complementos de Vitamina B6 B12
• Estiramientos
• Hielo
• Plantillas
No sé si me quedan muchas cosas por probar. Ahí andamos. Si con esto (casi casi) se me ha curado un pie y, reconozcámoslo, se parecen bastante, digo yo que el otro acabará claudicando y cediendo.
martes, 18 de octubre de 2011
FAUJA SING: EL MARATONIANO DE LOS 100 AÑOS.
Llegada de Fauja Singh en el marathon de Toronto
Fauja Singh es un prodigio de la naturaleza.
Se estima que, actualmente, hay unas 340.000 personas centenarias en todo el mundo. Considerando la cifra de habitantes de planeta en torno a 7.000 millones de personas, supone un 0,0048% de personas con más de 100 años en todo el planeta. Llegar a esa edad con ganas de correr debe ser muy poco normal. Me figuro que uno debe estar más por el “quien me manda a mí…” que por salir a la calle. Y aún teniendo las ganas, todavía faltan varios factores a considerar, el más importante… que puedas salir a hacerlo, que el cuerpo te sostenga y que la mente te acompañe. De los 340.000 probablemente nos hemos quedado en unos pocos centenares. Pues bien, salir a correr una carrera o a trotar un rato es una cosa y correr un marathón, un marathón de verdad con sus 42 kilómetros y sus 195 metros, otra. Hay alguno que dice que 8 horas 25 minutos, el tiempo que tardó Fauja en recorrer la mítica distancia, no es precisamente correr. Bueno, que espere unos años y lo pruebe. Fauja Singh es un prodigio de la naturaleza. Este hombre corrió un marathón con 92 años en 6 horas y 7 minutos y con un año menos, es decir, con 91 en 5 horas y 40 minutos. En el año 2004 la casa Adidas lo utilizó junto a David Beckham y Mohamed Ali en una campaña publicitaria. Después desapareció unos años. Ya lo había anunciado. No le parecía suficientemente llamativo lo que hacía a esa edad, así que decidió descansar unos años (¡qué confianza!) para reaparecer a los 100 y volver a la senda de los records del mundo. Evidentemente a esa edad puede ser el recordman mundial en cualquiera de las pruebas del calendario atlético, (aunque tal vez no sea prudente que lance martillo o salte pértiga). Este tio es una estrella.
Maratonianos del mundo ¡venerad cada pelo de su barba!
miércoles, 12 de octubre de 2011
TRIATLON POPULAR "SERTRI" EN LA CASA DE CAMPO
Mercedes y Angel decidieron que era posible probar a terminar un triatlón popular, así que aprovecharon la oportunidad de participar en uno de los organizados por la cadena SER y la Federación Española de Triatlón y, tras una prueba doméstica exitosa, se inscribieron en la competición a celebrar en Madrid el domingo 9 de Octubre.
Lugar: la Casa de Campo de Madrid. El cupo de inscritos cerrado y un ambientazo digno de cualquier competición popular de primer nivel. ¡Cuánto triatleta!
El contraste, no obstante, es brutal. Bicicletas de paseo tipo “Verano Azul” junto a máquinas de profesional con frenos de disco, cambio electrónico y manillar de contrarrelojista. Maillots de triatleta con bañadores Meyba bien subiditos por encima de la tripa (tripón, para ser más exactos). ¿No es un triatlón popular? Pues que cada uno haga lo que pueda.
Cerca de 20 salidas escalonadas según categorías y distancias. Ángel compite a las 11:07 y Mercedes a las 11:15. Les hubiera gustado hacerlo juntos, pero las chicas conforman un grupo aparte.
No se puede decir que no les acompañara la suerte, porque el Lago de la Casa de Campo no es precisamente una piscina climatizada, pero las altas temperaturas de este mes de octubre, permitían nadar sin traje de neopreno y sin quedarse especialmente helado. Eso sí, por lo que cuentan el agua estaba más que turbia. 300 metros de natación para empezar. Algún popular no alcanza la primera boya y ya tiene que reclamar el rescate a las barcas de la organización. Los primeros, mientras, a tope y salen del agua cuando el último no ha llegado a los 100 metros. Ángel sobrevive al barullo con más de un trago de agua. Recorre el tramo entre el Lago y la bici y sale a recorrer el segundo segmento de la competición. Mercedes hace su tramo de natación y comienza los 8 kilómetros de recorrido en bici, por cierto, una bici muy desajustada y con los frenos poco tensos, de manera que debe extremar las precauciones. En el ciclismo se marcan grandes diferencias. No hay más que ver pasar a los que llevan una máquina de carretera adelantando a los que montan en una de montaña. A igualdad de esfuerzo desarrollan una velocidad 10 o 15 kilómetros/hora superior. Ángel termina el ciclismo y sale a correr el último tramo de 2 kilómetros. Poco después Mercedes hace lo propio adelantando varias posiciones más en la carrera a pie. Faltaría más.
La iniciativa de los organizadores parece que ha sido un éxito a juzgar por la gran participación, pero deben intentar controlar un poco más todo el entorno de las transiciones entre las tres pruebas y sobre todo, evitar el trasiego de público que en más de una ocasión pudo molestar e interrumpir a los deportistas.
En cualquier caso hay que felicitarles por la iniciativa y animarles a que continúen con ella.
viernes, 7 de octubre de 2011
BUSCANDO A SUSAN DESESPERADAMENTE

A Susan o a Melitina, Leovigilda, Fidencia, Epigmenio, Adonino Silverio o Basiliano. Me da igual como se llame. Busco quien me cure.
Me lo habéis oído mil veces y me lo volveréis a oír o a leer. Lo difícil de una salir de una lesión es dar con la persona que sepa sacarte del pozo. Es exactamente así. Tú estás en el pozo, más o menos profundo, con el agua por los tobillos o por el cuello, dando voces a ver si pasa alguien y te saca. Alguno mira y te recomienda tal o cual cosa y pruebas. Y sales o te quedas dentro. Otros miran y te echan una cuerda. Y sales o te sigues quedando dentro. Hasta que, por fin, a uno se le ocurre iluminar el pozo con una linterna y te dice donde poner los pies y las manos. Y vas y sales.
Llevo una semana dando voces a todo lo que me dan los pulmones: fisioterapia, traumatología, biomecánica e incluso medicina natural. Todo a la vez. Convocando a la multitud que se asome al brocal. Estamos en ello. Hay que dar un poco de tiempo. Vamos avanzando. Solo tengo una cosa clara: aquí dentro no me quedo.
sábado, 1 de octubre de 2011
CASO GALGO: ¿Y A QUIEN CREO YO AHORA?
Es más. La jueza ordena que testifiquen los miembros del equipo de la Guardia Civil que se hizo cargo de la investigación inicial.
Total. Que no me extraña que los de por ahí fuera piensen de nosotros lo que piensan.
La operación Puerto no se cerró o si se hizo fue haciendo añicos la credibilidad del ciclismo y una buena parte de la justicia. La Operación Galgo se cierra destrozando la imagen del atletismo, ensuciando la imagen de uno de sus iconos y terminando por reventar la poca fe que quedaba del sistema judicial. Porque, vamos a ver
¿Cómo puede ser que se exista una Agencia Estatal Antidopaje que no se coordine con los miembros de los cuerpos que están llevando la investigación para evitar los errores que ahora revientan el caso? ¿A qué estamos jugando? ¿Es que alguien piensa que en esto no nos jugamos nada?
¿Cómo puede ser que ahora se levanten sospechas sobre la Guardia Civil en el sentido de pretender inculpar a determinadas personas presentando pruebas manipuladas?
¿Y los intrigantes Pascua Piqueras y Eufemiano Fuentes? ¿Tampoco hay pruebas contra ellos?
¿Otra vez de rositas?
Y lo que más me joroba de todo … ¿A quién creo yo? ¿A los atletas? ¿A la Guardia Civil? ¿A la justicia? ¿A los medios de comunicación? ¿Con que carita me siento yo a ver la próxima competición de atletismo que retransmitan? (Si es que alguna vez lo vuelven a hacer … maldita sea su estampa…).
jueves, 22 de septiembre de 2011
Record del mundo de marathon femenino

Pocas pulgas que rascar tiene el atletismo mundial para meterse en pocilgas a buscar más.
Parece ser que las mujeres que corren junto con los hombres en una prueba de marathón lo hacen con una ventaja de la que no pueden disfrutar si corren en una competición exclusiva de mujeres (Juegos Olímpicos o campeonatos mundiales, por ejemplo).
Bueno, es posible que pueda suponer un beneficio. No lo tengo tan claro. En todas las maratones que yo he corrido he podido comprobar como uno depende de sí mismo al cien por cien y si te faltan las fuerzas, sea en el kilómetro treinta o en el cuarenta, ya pueden tirar de ti o animarte hasta dejarse el resuello que no das más de lo que tienes.
Y puestos a ponerse exquisitos ¿Por qué no se replantean también las marcas conseguidas con liebres en los mitines, frente a las que se realizan en competiciones oficiales? Puestos a dejar al atleta sin ayudas en la búsqueda de la máxima pureza ¿por qué permiten (y pagan) a un corredor salir en un “milqui” a tope, sabiendo que esa “liebre” está haciendo un ochocientos o un mil? ¿No es eso una ayuda extra?
martes, 20 de septiembre de 2011
DE PASIONES, DOLORES Y MAGOS

Precisamente de lesiones es de lo menos que me gustaría escribir, pero es mi estado actual. Sumido en el mayor caos posible.
Me retiene sin correr una fascitis plantar por pie. Lesión molesta, dolorosa, recalcitrante, traicionera … pero vencible. Hace tres años la sufrí y cuatro meses después estaba de vuelta a los entrenamientos. El episodio actual cumple ahora dos meses, así que estoy en plazo. Esto es territorio conocido, igual que el tratamiento y las recaídas, los días buenos que parece que ya estamos al final y los malos en los que todo parece volver al principio. No la doblego … todavía, pero con constancia y paciencia puede que lo vuelva a conseguir.
Me preocupa pero no me asusta.
Para esto otro tengo a mi querida rodilla derecha. Esta parte, proporcionalmente minúscula de mi cuerpo, sí me provoca un temor profundo. Un temor relacionado con la actividad de correr tal como yo la concibo, sus entrenamientos, largos o cortos, duros o suaves, exigentes o relajantes y la competición casi siempre a dar lo mejor de uno mismo, a buscar la satisfacción íntima de saber que has competido al límite de tus fuerzas, a obtener esa recompensa que uno mismo se otorga.
Mi rodilla no está bien.
No sé cuanto de mal está, pero sí sé que, de seguir así, me voy a crear un problema para el futuro. Y eso me asusta lo suficiente como para pensar en parar. En parar del todo.
Un corredor lesionado es, a la vez, el peor y el mejor paciente que un médico pueda encontrar. El peor porque exigimos un tratamiento y una cura. Exigimos el cien por cien de recuperación. Y en el menor tiempo posible. Necesitamos saber que hay luz al final del túnel.
El mejor porque, a cambio de recuperarnos, somos capaces de hacer lo que nos digan por muy duro, doloroso o estrambótico que sea el tratamiento. Si nos tenemos que poner hielo diez minutos, somos capaces de pasar un año en el Ártico desnudos. Si es calor, en el Calahari otro año con abrigo de plumas.
El problema no radica ahí. El problema es encontrar a quien nos cure. Ese mago que resuelva los problemas y deshaga nuestros temores. Esa persona, médico, fisioterapeuta u otorrinolaringólogo que sepa como curar.
Curar, palabra mágica.
sábado, 10 de septiembre de 2011
USAIN BOLT O EL CASO DE LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO EXPULSADA POR PONER EL HUEVO ANTES DE TIEMPO
Lo que pasó en la final de los 100 metros lisos del reciente Campeonato del Mundo de Atletismo de atletismo es una de las mayores cagadas ocurridas en el deporte mundial en los últimos años.
Que un corredor sea descalificado por hacer una salida nula es una faena muy gorda. Que ese corredor sea Usain Bolt va contra el sentido común, el espectáculo, el negocio y la historia del deporte.
Vamos por partes.
Hace años las finales de los 100 metros (y en menor medida del resto de las pruebas de velocidad) estaban precedidas de un ritual que incluía poses chulescas y caritas que iban desde la mirada de odio hasta el repaso de los morros con la lengua (Maurice Green llegaba desde la barbilla hasta la punta de nariz de norte a sur y de oreja a oreja de este a oeste), miradas desafiantes a la cámara, etc. Más que una salida de una carrera parecía una rueda de reconocimiento de forajidos.
Y salidas nulas. Muchas salidas nulas. Seis, ocho, nueve salidas nulas. A los señores de las televisiones (por cierto maldita sea su estampa, que no les he perdonado ni les perdonaré que se les olvide que el atletismo también hay que retransmitirlo) aquello les pareció intolerable y forzaron la situación. Para potenciar el espectáculo hay que evitar tiempos muertos. Suprímanse las salidas nulas. Y la IAAF se plegó. Suspendidas las salidas nulas. Si cometes un error te vas a tu casa.
Episodios de eliminados ha habido en todos los campeonatos. Más o menos dolorosos o sangrantes.
Y así llegamos a la final de los 100 metros del Mundial de Daegu. Allí hay un atleta jamaicano que es el rey de la velocidad, el rey del espectáculo y el motor del negocio. Una mina de oro. Bolt. Usain Bolt. El hombre más rápido del planeta. Un tipo simpático que hace bromas en la pista, con las cámaras de televisión y con sus rivales, capaz por si mismo de llenar un estadio para verle correr, porque todo el mundo sabe que ya es una leyenda del atletismo y del deporte. Un hombre que estará en la cima con otros grandes mitos de esta disciplina como Jesse Owens o Carl Lewis.
Miles de personas han pagado una pasta para verle esa tarde en el estadio. Millones de espectadores en todo el mundo (menos en España, Spain is different) están delante del televisor para ver la carrera.
Y, de pronto, ocurre. Bolt se adelanta al disparo. Inmediatamente se da cuenta de su error. Nadie da crédito a lo que acaba de pasar. Bolt está descalificado. Esa página que iba a escribir para la historia, un nuevo título mundial, se queda en blanco. Tan blanco como se queda él, entiéndaseme el juego de palabras. Las manos en la cabeza, la camiseta arrancada con desesperación. Sin mirar al juez abandona el estadio. No hace falta que nadie le diga nada. Ya lo sabe. Un error. Un solo error y a la calle.
No está el atletismo para desaprovechar talentos como Bolt. No se puede permitir ese lujo por mucho que a los señores que mandan en televisión (maldita sea su estampa) les retrase su programación.
Imaginaos que pasaría en otros casos.
Final de Wimbledon. Nadal al saque frente a Djocovic. Nadal coge una bola, dos, tres, cuatro, suelta dos, se coloca el pelo de un lado, del otro lado, se saca el pantalón de su voraz raja del culo, bota la bola, una, dos, tres, cuatro, cinco veces, la eleva y … red. Segundo saque. Mismo ritual. Un bote, dos, tres, cuatro, la eleva y …red. Doble falta. Se termina el partido.
Comprendo que la televisión exija espectáculo y reducir tiempos muertos. De acuerdo. Pero no se puede ser tan radical para unos deportes (una salida nula en atletismo) y tan permisivo en otros. El error de Bolt le perseguirá toda la vida.
martes, 6 de septiembre de 2011
LA FINAL DEL 1500 MASCULINO EN DAEGU 2011
domingo, 4 de septiembre de 2011
CAMPEONATO DEL MUNDO DE ATLETISMO: Y LOS ESPAÑOLES VIENDO TELENOVELAS
Video de la RAI de la final de 1500 m femenino
miércoles, 24 de agosto de 2011
CAMPEONATOS DEL MUNDO DE ATLETISMO: PREPARADOS, LISTOS…

Se presentan unos campeonatos apasionantes.
Mención aparte merece Jesús Angel García Bragado. A sus 41 años y con nueve campeonatos disputados no se le puede pedir nada más, pero si ha ido a Daegu es porque está bien y va a disputar su carrera. Quedar entre los diez primeros del mundo en 50 km sería un verdadero éxito. Los maratonianos lo tienen muy difícil, muchos africanos en diferentes equipos de dentro y fuera de África hacen la carrera una competición muy dura. Esperemos que tengan su oportunidad y puedan estar en los kilómetros finales disputando los quince primeros puestos.
Pero no nos quedemos en nacionalismos. Hay que disfrutar de unos campeonatos que suponen el regreso de Bekele a la alta competición, la presencia de Bolt, Semenya, Isimbayeva, Lagat, Rudisha, Allyson Felix, un 3.000 obstáculos apasionante etcétera, etcétera, etcétera…
A ver la tele.
domingo, 7 de agosto de 2011
MARGARITO
Margarito, que así le llamábamos los del equipo de atletismo y quizás el barrio entero, era un tipo pequeño talla, no más de 1,60 metros. No sabría decir su edad, pero con seguridad superaba los cuarenta y quizás los cincuenta. Llegaba a la entrada en su descapotable rojo, un coche viejísimo, pero bien cuidado, como su mismo dueño. Algunas veces acompañado de una o dos chicas (o no tan chicas). A continuación Margarito entraba en el vestuario y de allí salía, transformado, con su uniforme veraniego: un tanga rojo dos tallas más pequeño de lo necesario, unas gafas con cristales verdes y montura dorada, de patrullero americano y varias cadenas de oro (o sucedaneo) colgadas del cuello. Margarito completaba su figura con una melena rizada, de rizo fino y denso, que le colgada por la nuca, patillas hasta media mejilla, una piel morena desde el mismísimo comienzo del verano que, con el paso de los días, se iba oscureciendo más aún, fruto de las numerosas horas que quedaba expuesta al sol y apergaminándose como consecuencia de la propia agresión solar, a pesar de las capas de crema que generosamente se dispensaba. Además Margarito presentaba un torso peludo, pero peludo de verdad, muy lejos de los actuales cuerpos “maxidepilados”, una ligera tripita que, comprimida por la cinturilla del tanga, rebosaba por encima de este y unas piernas arqueadas que provocaban el habitual comentario acerca de su caballo.
Margarito lo tenía todo en su pequeño cuerpo.
Y rompía.
Margarito rompía de verdad.
Su mirada castigaba. Cualquier chica que apareciera por el polideportivo era escrutada por esos ojos a lo Lee van Cliff: Esos ojos que aseguraban a su propietario que la chica, antes o después, caería rendida a su inigualable atractivo. Algunas eran agraciadas con un piropo, pero un piropo auténtico, no esas expresiones soeces muy alejadas del costumbrismo castizo con el que el ingenio del autor se abría puertas.
La mayor parte del tiempo Margarito era el amo de la piscina. Deambulaba por allí departiendo con otros habituales, algunos tan acartonados como él, clientes de 10 de la mañana a 8 de la tarde que iban moviendo su toalla según se desplazaban las líneas de sol y sombra para no perder ni un rayo con que broncearse. Pero Margarito no solo protagonizaba los días en la piscina, también, con frecuencia, se daba unas vueltas por la pista de atletismo y allí coincidía con nosotros. Ataviado con su tanga rojo se nos pegaba cuando le adelantábamos, entonces ponía a funcionar sus arqueadas piernas moviéndolas a una enorme frecuencia para compensar la cortedad de su zancada. Dos o tres vueltas junto a nosotros hasta que lanzaba un sprint que él calificaba de irresistible, terrorífico, demoledor ... y se paraba con una sonrisa de triunfo en sus labios estilo “Otra vez os he demostrado quien corre aquí”. Nosotros le jaleábamos, le felicitábamos y continuábamos … calentando.
Margarito desapareció del poli igual que todos los demás. Igual que desapareció la pista de atletismo sustituida por un vergonzoso anillo de tres calles de cemento que rodea al campo de fútbol (este sí, de hierba artificial, ¡faltaría más!) e igual que cayó en desuso la piscina exterior, tres años vacía porque no hubo dinero para resolver no se qué problema.
Si el ecosistema se deteriora desaparecen las especies que lo pueblan.
Margarito, un icono del barrio.
miércoles, 3 de agosto de 2011
"PINRELITIS"
Feos, pero "honraos".
Me duelen los pies.
Toda mi vida de corredor me la he pasado sufriendo de las rodillas e intentando poner remedio a mis lesiones de esa gloriosa parte del cuerpo, muchos años a costa de los pies, que han aguantado no solo la distancia que marca el cuentakilómetros más o menos ahora, sino todas las correcciones que mejoraban mi pisada y minimizaban los dolores de mis débiles rodillas.
Ya en 2008 los pies dijeron “hasta aquí llegamos, majete” y conocí lo que es la fascitis plantar. Primero en un pie y luego en el otro. Dos tazas de amargo caldo. Salí de aquella, aunque sumándome a todos los que opinan que la fascitis nunca acaba de desaparecer del todo, siempre queda un “residuo” que se propaga y en cualquier momento se reactiva, apareciendo de nuevo con todo su esplendor y toda su mala leche.
Pues en esas estoy ahora.
Hace 8 meses me quité las plantillas. De resultas de lo cual el dolor de la rodilla “se me movió” a una parte más soportable y pude seguir corriendo, menos, pero pude hacer una temporada muy satisfactoria. Poco a poco fui notando que los pies echaban de menos esos “añadidos” que siempre les habían acompañado dentro de las zapatillas. Un dolor por debajo del tobillo, otro poco de dolor en los tendones de Aquiles, un poco más en el arco plantar, dos torceduras en la carrera de Las Navas que no venían sino a complicar más la ya de por sí difícil situación, hasta llegar a lo más temido, la segunda parte de una película de terror: la reaparición de la fascitis.
Así que estoy en tratamiento. Paro de correr. Ya llevo quince días quietecito, haciendo gimnasia y montando en bici pero sin correr. Masajes en la planta del pie, donde más duele y apretando bien. Estiramientos. Paciencia. Voluntad.
Voy a intentar salir de esa secuela lo antes posible. La película es muy fea, pero se acaba. Igual que acabó la primera acabará la segunda.
domingo, 31 de julio de 2011
UN POCO DE MUSICA: I HAVE TOLD LATELY THAT I LOVE YOU
jueves, 28 de julio de 2011
DEPORTE DE ÉLITE Y DEPORTE PARA TODOS

Dicho lo cual a mí me parece fenomenal y no puedo sino “casi” estar completamente de acuerdo con él.
Pero.
¿Cuál es el fin último de tener deportistas de élite? Se puede pensar que es una manera de mostrar la potencia del deporte de una nación y por consiguiente la potencia de la nación en sí misma.
En el momento actual nuestro país está a la cabeza en casi todos los deportes. En deportes de equipo como el fútbol, baloncesto, balonmano, hockey patines, hockey hierba o waterpolo, España está entre los cinco mejores equipos mundiales(más o menos, unos años con otros).
En deportes individuales como el tenis, España es el país que más jugadores tiene entre los diez primeros y entre los cien primeros del ranking mundial. En ciclismo nuestros corredores llevan imponiéndose años y años en las grandes vueltas. Además hay grandes figuras en natación, natación sincronizada, gimnasia rítmica y deportiva en atletismo, en deportes del motor como motociclismo o automovilismo.
En definitiva, lo que para otros países es una gesta, para nosotros se ha convertido en cosa común. Todos los fines de semana ganamos algo.
E insisto en la pregunta ¿Cuál es el fin último de tanto éxito? Tal vez ser admirados en el mundo. Admirados, envidiados y tal vez un poco odiados en algún deporte.
Volviendo a la entrevista al presidente del COE, no encontré respuesta a esta cuestión.
Así que me licencio para responder. El objetivo último de tener un conjunto de deportistas de élite debería ser que los ciudadanos del país nos sintamos impulsados a practicar deporte, motivados por los éxitos que consiguen nuestros representantes. El objetivo último es que los chavales comiencen a practicar deporte ilusionados con emular a sus ídolos y así conozcan y adquieran los valores del deporte, la amistad, el esfuerzo, la recompensa, la derrota, la victoria, el éxito compartido etc.
Esa motivación existe. Pero … ¿Existen los medios para que la gente practique deporte?
La administración española, el Estado, Las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos… ¿ponen a disposición de los ciudadanos las infraestructuras necesarias para la práctica del deporte? ¿Está considerado el deporte un “bien de primera necesidad social”?
Yo tengo mis dudas de que se haga todo lo posible y por eso pienso que, a lo mejor, se da mucha importancia a la calidad, léase los deportistas de élite y poca a la cantidad, es decir, a la gran masa de ciudadanos, desde el deporte escolar, pasando por el deporte federado, el universitario, el popular hasta la gimnasia de mantenimiento de la tercera edad y todo lo que pueda quedar entre medias.
Algo parecido a lo que consiguió Seve Ballesteros en un país en el que no solo no se practicaba el golf, sino que siquiera se había oído hablar de él.
Así que si se ha de cambiar el modelo, que se cambie. Promuévase una Ley de mecenazgo deportivo que permita no solo a las grandes corporaciones y empresas patrocinar a los grandes deportistas de élite y desgravarse por ello, sino también a la peluquería “Rizos” apoyar a un equipo de balonmano femenino en un pueblo manchego (por ejemplo) y tener un beneficio fiscal por ello.
lunes, 11 de julio de 2011
NUEVO CONCEJAL DE DEPORTES EN AVILA

Semanas después busco el nombre del concejal de deportes en la próxima legislatura. Me imagino que emprenderá esta nueva etapa con toda la ilusión que un cargo de esa envergadura proporciona a quien se enfrenta a cuatro años para organizar y diseñar el deporte en la ciudad. También imagino que dispondrá de un programa más completo que el que nos “buzonearon” en su momento y tendrá un conjunto de propuestas para dinamizar el deporte abulense.
¿Imagino demasiado?
No son tiempos sencillos. Todos sabemos de qué va “la cosa”. La “pasta” que antes fluía como un torrente desbordado se ha convertido en un arroyo al que le falta hasta el “caudal ecológico”. Es para tener en cuenta, pero no creo que sirva de excusa. Es tiempo de imaginación, organización y colaboración. Es tiempo de tener claro qué es lo que necesita la sociedad abulense en materia deportiva e intentar optimizar los recursos para acercarnos a ello. El deporte escolar, el deporte aficionado, los clubes deportivos de las diferentes especialidades, el deporte en la tercera edad, el deporte como ocio: todos esos grupos precisan medios, instalaciones, monitores.
Yo no soy quien para meterme donde no me llaman, pero esto es un blog y los blog permiten ciertas licencias, básicamente opinar. Así que opino tres cosas, con todo el respeto del mundo:
1. Me gustaría que el nuevo concejal de deportes se diera una vuelta por las instalaciones deportivas para hablar con los usuarios, pulsar la opinión “in situ”.
2. También me gustaría que hablara con la gente que organiza en los clubes, en las escuelas deportivas del propio Ayuntamiento para conocer sus necesidades, sus ideas, sus propuestas. (¡Qué buen momento para llamar a la directiva del Ecosport!)
3. El nuevo concejal de deportes podría crear un estructura municipal con personal propio, con gente ilusionada por el deporte, gente con ganas de sacar adelante ideas y proyectos, gente que organice, que gestione recursos, que promueva la práctica deportiva, que implique a los colegios, a los institutos, a las asociaciones de vecinos, a las AMPAs, a los clubes.
El objetivo es hacer de Ávila una ciudad deportiva.
¿Imagino demasiado?
jueves, 7 de julio de 2011
BOLO DE VERANO
Un solo corredor en los 10.000 metros.
Uno solo.
Bolo de verano playero: Carrera d’estiu de Bellreguard.
Las diez de la mañana. Hace calor. Mucho calor. La salida está muy próxima al paseo marítimo de Bellreguard. Mucha gente. Unos 540 corredores, según la organización, que tenía 500 dorsales y ha tenido “inventarse” otros 40 para satisfacer la demanda. La salida está muy bien organizada por la propia estimación de los corredores: “este me gana, le dejo que salga delante. A este le gano, me pongo delante”, un principio envidiable que debería ser regla común en todas las salidas y evitaría más de un choque entre “vehículos lentos y rápidos”, más de un accidente y más de un juramento en arameo acompañado de adjetivo calificativo.
De salida se forma un grupo de unos 30 corredores que en seguida marcan distancias. Me quedo solo en el primer kilómetro de carrera. Solo y a unos cuarenta metros del corredor que me precede. Por detrás no viene nadie. Primera vuelta. Hace calor. Me caen las gotas de sudor por todo el cuerpo. No quiero forzar mucho, no sea que reviente en los kilómetros finales. La carrera está muy bien señalizada. No hay posibilidad de equivocación. Los cruces están vigilados por voluntarios y te indican el giro a tomar. Los kilómetros están marcados, pero no son muy fiables según veo los parciales en el crono.
Hay una ducha en el recorrido. Me empapo. Se agradece. A los 200 metros se pasa el fresquito del agua, pero algo es algo. La gente del lugar anima y vamos avanzando. Como diría aquél famoso locutor de televisión española que nos ilustró tantas tardes de Tour de Francia “Los corredores se acercan con cada pedalada a la meta”. ¡Menos mal que se acercaban a la meta! Lo mismo hacemos nosotros. Cada zancada nos acerca a la meta. Paso el ecuador de la carrera en 18’ 45’’ y empiezo a atrapar corredores. Al de la camiseta roja le alcanzo pronto. El de amarillo me va costando más pero le araño distancia metro a metro. Busco la siguiente referencia. No me doy cuenta pero ralentizo el ritmo. El crono después me retratará en los parciales. Perdí mucho. Doy alcance a otro corredor más y me fijo en el siguiente. A estas alturas voy el 23º. Kilómetro 8 y pico. Oigo ruido por detrás. Miro y veo “bulto”. Más que el que he ido dejando. En el 9 se me juntan dos corredores. Uno joven y otro de mi categoría. Lo sé seguro porque según me alcanza no para de radiografiarme. “Este pollo me está datando”, me digo para mis adentros. Sigo a lo mío. En las curvas el pollo y su acompañante recortan subiéndose por la acera. No oculto que me fastidia y les lanzo un par de miradas de odio que no llegan a destino: rebotan en el cristal de mis gafas de sol. Otra curva y otro recorte. Mis principios me impiden hacer lo mismo y me toca recuperar un tres o cuatro metros por curva. Me mosqueo y decido ponerme a su rueda. Faltan 600 metros y el jovencito se queda. Quedamos el pollo y yo y el tio no para de apretar. Me pego a él (salvo en las curvas). A estas alturas queda claro que nos vamos a disputar un puesto del pódium de la categoría porque si no, no entendería tanto interés en dejarme atrás. 400 metros a meta. El pollo ya vuela más que corre y yo empiezo a pensar que “me cago en diez”. A 100 metros de la meta renuncio a la pelea. Es una decisión instantánea. No esprinto. No peleo. Llego a meta el 24. Mi rival me saluda y me dice algo en valenciano. Tal vez “buena carrera” o algo así. Yo le felicito, pero me queda dentro un “en las curvas no se recorta” que me durará hasta pasada la paella de “La parrilla de Juan” al mediodía. Incluso un poco más porque en la merienda noto que se me viene a la boca un regusto como de "recorte de curva con ajo" que me altera. Miro en la clasificación que el pollo ha sido tercero y yo cuarto de los veteranos B. Entonces me reprocho no haber esprintado como es debido.
Solo me ha adelantado un corredor en toda la carrera.
Y me empujó fuera del pódium.
sábado, 2 de julio de 2011
RESPECTO AL CIRCUITO DE CARRERAS POPULARES ECOSPORT
1. Al club Ecosport hay que agradecerle el esfuerzo realizado por organizar las carreras del circuito en Ávila, a sus diferentes juntas directivas y a todos los voluntarios que han colaborado con su esfuerzo y su trabajo en el éxito de las mismas.
jueves, 30 de junio de 2011
LA CARRERA DE NAVALACRUZ
Hay carreras que tienen una personalidad exclusiva. Son diferentes por su propia naturaleza. Tienen carácter. La carrera de Navalacruz es una de ellas. Tiene un sabor especial. ¿Por qué?
El recorrido, los momentos previos, la propia carrera, la animación de la gente del pueblo, las terrazas de los bares llenas, los niños disputando sus carreras, los corredores. Muchos venimos desde Ávila. Hay una especie de relajación que no se vive en las carreras del circuito Ecosport o en el Memorial José Soriano u otras competiciones en la ciudad. Mucho menos en Madrid. Aquí parece que no es tan importante el tiempo ni el puesto. Es importante disfrutar. Hay buen ambiente.
A pesar de haberlo intentado en otras ocasiones, este es mi primer año. No voy a ciegas. Tengo dos padrinos de lujo con los que he hecho el viaje desde Ávila: Chusmari Piedelobo y Vicente. Ellos me enseñan el recorrido y me avisan de las cuestas por venir, de las arriba y de las abajo. Aparece Julio a la carrera: regresa al mundo terrícola después de pasar más horas de vuelo que Luke Skywalker. Termino de calentar con él por las calles del pueblo. En realidad termino solo porque a él le conoce todo el mundo y no puede dar más de dos pasos sin saludar o parar a hablar con sus vecinos. Está en su casa. Quedamos en correr juntos lo que podamos.
La salida es cuesta arriba. Voy tranquilo. Intento encontrar a Julio que ha salido más atrás, pero no consigo verle, así que tiro un poco más para unirme a dos corredores. Comienza la bajada. Es larga, muy larga y divertida, muy revirada por las calles del pueblo. La segunda vuelta nos lleva de nuevo a la cuesta, aunque esta vez parece más empinada. Una larga fila de corredores me precede. En la bajada me vuelvo a lanzar aún a riesgo de mi maltrecho pie. Doy alcance a algunos corredores, pero ahí me quedo. Llego a la meta. Refrescos, sandía, bocadillos, cerveza y mucha, mucha animación en la plaza. Nos vamos congregando todos a cambiar impresiones. Vicente ha tenido un pequeño incidente en la meta: en la disputa por el tercer puesto un hombre ha invadido la calle y se le ha llevado por delante impidiéndole quedar tercero. Vicente no le da mayor importancia demostrando su deportividad y su buen carácter. El hombre no para de pedirle disculpas, lamentando lo ocurrido. Julio se despide apresuradamente: los aires le esperan. Me duele el pie.
Me ha gustado mucho esta carrera.
Queda marcada con cinco estrellas.
jueves, 16 de junio de 2011
BENJAMIN GONZALEZ

Foto Atletismo Español
La triste muerte de Benjamín González me ha trasladado a mis inicios en el atletismo.” Benja” fue uno de los atletas hicieron grande al atletismo español en los 80. Aquella fue una época en la que se consolidaron los escasos pero muy destacados éxitos de otras anteriores. Fue la generación que sustituyó a Carmen Valero, Mariano Haro o Fernando Cerrada en las páginas de atletismo de los diarios. Un conjunto de atletas que fortalecieron este deporte y sentaron las bases de la época moderna. Cabe destacar el curioso hecho de que en muchas de las pruebas coexistieran dos figuras destacadas, Jose Luis González y Jose Manuel Abascal en 1.500, Domingo Ramón y Sánchez Vargas en 3000 metros obstáculos, Colomán Trabado y Antonio Páez en 800, Javier Moracho y Carlos Sala en 110 metros vallas, el propio Benjamín Gonzalez y Angel Heras en 400, los marchadores Llopart y Marín, además de Antonio Corgos en longitud, Antonio Prieto en fondo, Alberto Ruiz en pértiga, Roberto Cabrejas en altura, Ramón Cid en triple y otros muchos que se escapan a mi memoria.
El atletismo femenino todavía no había despertado. Aún tardarían en llegar algunos años los primeros éxitos de Maite Zúñiga, Montse Pujol, Cristina Pérez o Sandra Myers.
Aquellas tardes de sábado y domingo de campeonato de Europa de pista cubierta eran retransmitidas íntegramente por el mítico UHF de la televisión. ¡Dos canales y uno de ellos dedicado por completo al atletismo! Ahora con treinta, cuarenta o cincuenta no siempre es posible ver la competición.
Quedan para el recuerdo las medallas de todos ellos que, a los aprendices de atleta de entonces, nos alentaban en nuestros entrenamientos. Benjamín González fue uno de esos pioneros, uno de los que puso su granito de arena para que el atletismo español creciera.
lunes, 6 de junio de 2011
EL 5000 DEL 2011
Aprobado raspado.
Un 5,0.
Podría dedicar la entrada del blog a una batería de excusas, pero, una vez más todo se resuelve aplicando el “primer principio de la práctica atlética”: se compite como se entrena. Y punto pelota. Si las dos semanas anteriores a la competición son un desastre de entrenamiento, la competición no puede ser una maravilla, así, de forma espontánea. Por mucho que uno pueda poner todas las vísceras al servicio de la causa, las cosas son como son.
Durante el calentamiento el tobillo me dio mucha guerra. Me dolía, me molestaba el vendaje y me provocaba una inseguridad muy grande el dudar si podría terminar la carrera.
Disparo de salida y … ¡salida nula! ¡Una salida nula en un 5000 de veteranos cojos! ¿Quién se ha escapado? Nadie. Por lo visto no ha funcionado la antena. Muy sofisticado se ha vuelto el atletismo en pista.
Segunda salida y ahora todo marcha en condiciones. Voy detrás de mi compañero de club Ricardo. Confío en que su pierna le deje correr y pueda seguirle la mayor parte de la carrera. Es una liebre de lujo. Vamos a buen ritmo, pegadito a sus talones cuando de pronto me hace un gesto con la mano y … ¡se para! 700 metros después de la salida y me deja solo. El "cachoperro". Se lo tendré que perdonar porque se que no lo hace por gusto.
Solo no se hace marca. Solo, se corre a lo que a uno le da el cuerpo, por más que quieras forzar un poco. Solo, con un calor de justicia. Si el primer mil lo he hecho en 3’27’’, el dos mil se me va a 7’07’’ y el tres mil a 10’54’’. Una carrera en pista sin referencias de gente que vaya por delante de ti es fiar todo el resultado a lo que la cabeza le pueda exigir al cuerpo y, en estas, el cuerpo da hasta donde le apetece y no mucho más. El cuarto mil es aún peor y solo una última vuelta algo más decente me hace mejorar en el quinto hasta parar el crono en … 18’ 26’’.
El tobillo se ha portado extraordinariamente. No me ha dolido. Me ha dejado correr.
El error, además de no entrenar en condiciones estos últimos días es no haber competido en pista antes. La pista es diferente al resto de las carreras. En pista se compite contra rivales (si los tienes) pero sobre todo se compite contra el crono. Y eso significa correr al límite. Forzar al máximo. Hacer la carrera desde el primer metro a tope. Y todo eso se entrena.
En fin. Otra vez será.
jueves, 2 de junio de 2011
INCERTIDUMBRES
Mi temporada debería terminar con unas competiciones en pista. Me perdí el “milquinientos” que estaba programado el pasado 21 de mayo por una gastroenteritis que me dejó tieso. Me tiré una semana con más fugas que la central de Fukushima. Una vez recuperado fijé toda mi atención en el “cincomil” de este domingo. Un entrenamiento bien programado con sus series, sus rodajes y sus descansos. Las meteduras de pata (torcedura de tobillo a pares) de la carrera de las Navas del Marqués me dejaron otra vez averiado y ahora me tienen en la incertidumbre. El entrenamiento de esta semana se reduce a un rodaje de 8 kilómetros y una serie de mil. La segunda no la pude terminar.
A estas alturas sé que iré a correr, pero las dudas me asaltan y ya no tengo esa confianza de poder salir a tope a correr con todo mi corazón y todo mi páncreas. Me falta un tobillo para completar el mecano. Si de aquí al domingo se me arregla, puede que aún haga una carrera digna. Si no mejora, puede que no termine.
En cualquier caso yo ya me he fijado mis retos personales y, en estas carreras de pista, personales significa exactamente eso: corro contra mi mismo. No me importan los rivales ni los puestos. Solo me importa mi marca.
Suspender es hacer peor marca de la realizada el año pasado en este mismo campeonato, 18’28’’.
Aprobar es hacer mejor marca. Evidente.
Un notable es bajar de 18 minutos, algo que podría estar al alcance de mis posibilidades si el cerebro, el corazón, los pulmones y el páncreas se ponen de acuerdo con el mismísimo cuerpo en toda su anatomía y lo intentamos como remeros condenados a galeras.
Y luego está el sobresaliente. Esa marca que todos tenemos en la cabeza antes de una competición, que no se la decimos a nadie porque, por lo general, es una marca casi casi inalcanzable y que yo no tengo reparos en compartir: 17’30’’. No hay secretos en el blog.
El domingo me arrepentiré de haberlo hecho. Pero queda escrito.
martes, 31 de mayo de 2011
III CARRERA LAS NAVAS DEL MARQUES
Son las diez y media y en la salida no estamos muchos más de cien corredores. Que dos carreras se celebren el mismo día en la provincia de Ávila no parece la mejor de las ideas. Las Tres Leguas castellanas de Gotarrendura han restado asistencia a esta otra.
Un retraso de un cuarto de hora y … cuenta atrás. Luce el sol, aunque hay nubes. La carrera comienza a un ritmo lento. Nadie tira. Los dos africanos que se la van a disputar vigilan al resto de corredores, intentando averiguar lo antes posible si habrá algún otro gallo más en la pelea. A la entrada del pinar comprueban que no, que serán ellos los que compitan por el triunfo. Un ligero tirón y nos ponemos todos en fila india. Debo andar por el puesto veinte. Quiero ir tranquilo y sin forzar, pero en competición siempre me cuesta saber qué significa exactamente eso.
Un rato después salen las clasificaciones de la carrera: he sido 5º en la categoría de veteranos de 41-50 años, pero dos de los corredores que me preceden subirán al pódium como locales, de manera que me corresponde recoger el tercer premio de la categoría de veteranos A.
Los pies me van doliendo cada vez más y a pesar de pasar la tarde con ellos envueltos en hielo, no se puede decir que mi estampa sea muy digna. No sé cojear de los dos pies a la vez.
Afortunadamente el dolor va pasando y, hoy martes, puedo empezar a pensar en la carrera del domingo…
sábado, 28 de mayo de 2011
LAS NAVAS DEL MARQUES: ACORRER POR SUS MONTES
Por otra parte la experiencia sobre el circuito de Las Navas el pasado año me permite saber donde me meto. Así que tengo clara la táctica en la carrera. Voy a salir muy, muy tranquilo y no voy a forzar. Solo si me encuentro bien, apretaré un poco en los kilómetros finales, que son los más llanos aunque también los de firme más irregular, por el interior de la dehesa boyal del pueblo, un maltrecho sendero entre los robles con unas cuantas trampas en forma de charcos ocultos entre lo que seguro será una vegetación exuberante, dada la primavera tan lluviosa que estamos teniendo.
Por otra parte un par de días de bici de montaña me han dejado las piernas “gordas” así que correré por sensaciones sin forzar excesivamente. No quiero que la carrera me machaque mucho para las pocas competiciones que me quedan antes de tomarme unas vacaciones “atléticas”. Quiero correr alguna carrera en pista y después voy a dejar descansar a la rodilla una temporadita.
sábado, 21 de mayo de 2011
CIRCUITO ECOSPORT. UNOS COMENTARIOS FINALES

Unos cuantos días desconectado de la actualidad y alejado del blog … y se me acumula el trabajo.
Para terminar con lo que dejé empezado, vamos a rematar los comentarios sobre el circuito de carreras Ecosport. Fue un éxito. El nivel organizativo, las carreras, la competición, el ambiente, hasta el tiempo acompañó. Siempre hay alguien que se queja, pero en este caso la evidencia es abrumadora: no creo que haya habido motivo alguno para que nadie pueda criticar la organización, salvo los inevitables de siempre que desconocen todo el trabajo que hay detrás.
A lo largo de los meses he oído rumores sobre la continuidad del circuito o no, Todos los años se han escuchado comentarios al respecto. Fundados o no, resulta lógico que una organización formada por voluntarios tenga dudas al respecto. Ellos decidirán y los demás deberemos respetar la decisión tomada, porque no se puede criticar a quien promueve algo de forma altruista para beneficio del resto. Por lo que a mí respecta solo puedo decir una cosa: renuncio a toda sofisticación organizativa a cambio de que el circuito permanezca. Por dejarlo claro, esto significa que seguiría pagando la inscripción al circuito (los mismos 12 o 15 euros de este año) a cambio de una línea de salida y llegada pintada en el suelo con tiza, el circuito cerrado al tráfico, un seguro de accidentes (obligatorio, por otra parte) y una clasificación de la carrera. Y nada más. Ni la botellita me hace falta. Me la traigo de casa. No sé cuantos opinamos igual, pero seguro que no seríamos muchos menos en la línea de salida respecto a años anteriores. Por lo menos los mismos que hace tres o cuatro años, seguro. La mecha está prendida y se nota la afición por las carreras en la ciudad. Cada día se ve correr a más gente por las calles.
Otra propuesta más. Este circuito de carreras lo organiza Ecosport y ya nos dijo su presidenta en la entrega de premios que el club ya tiene 150 atletas. Una cifra más que notable. En esta situación y visto la cantidad de gente de fuera que acude a las carreras, yo pienso que la clasificación de los atletas del club debería de aumentar sus premios hasta los 10 primeros por lo menos. Una recompensa más justa para los miembros del mismo.
Por cierto, hablando de la entrega de premios… hacía mucho tiempo que no me divertía tanto en algo así. El año que viene ya sé con quién nos tenemos que sentar.
martes, 10 de mayo de 2011
IX CIRCUITO DE CARRERAS ECOSPORT: LA BOTELLITA
Agarré la botellita, la miré y la dije “muchas gracias” y ella me contestó con una sonrisa y un “de nada”.
¿De nada?
Y también pretendían incluir el día que alguien fue a encargar los dorsales, que alguien imprimió el tríptico del circuito, que alguien fue al Ayuntamiento a contar que hola, que aquí estoy otra vez y que queremos organizar el circuito un año más, que alguien fue a las tiendas a pedir cosas para regalar, que alguien suscribió un seguro por si algún corredor sufría un accidente, que alguien fue a la Junta, a ver si nos podéis dar un poquito de dinero para premios, que alguien imprimió unas pancartas, que alguien fue a encargar los trofeos, que alguien compró las camisetas, que alguien las diseñó, que alguien las metió en una bolsa, que alguien se acordó de los imperdibles, porque a los corredores siempre se nos pierden, que alguien se encargó de hacer las clasificaciones, de colgarlas en la web …
Y también pretendían incluir las horas que unas personas de una directiva dejaron un rato de hacer los deberes con sus hijos, dejaron de entrenar ese día, vaya hoy tampoco entreno, por aquella reunión que se alargó demasiado, que dejaron de ver la tele o de dar un paseo con la mujer por darle otra vuelta más a ver si estaba todo bien organizado.
Y pretendían incluir tantas y tantas cosas …
¿De nada?
Qué poquito fue decir muchas gracias.
lunes, 9 de mayo de 2011
CUARTA CARRERA DEL CIRCUITO: SUBIDA A SONSOLES

La cosa comenzó a enderezarse en los alrededores de la pista de atletismo. Un día radiante y con buena temperatura reemplazaba al anterior, cubierto, frio y ventoso. Un gran ambiente en la pista para tomar la salida. La meta volante, situada en el kilómetro 1, hizo que en seguida se formase un grupo a ritmo fortísimo y los demás, siguiendo con la mente puesta en esa cuesta que nos aguardaba a mitad de la carrera. Salgo tranquilo y sin embargo en el kilómetro dos marcho en persecución de un grupo con mis compañeros de equipo Saul, Jorge y Ricardo, con otros tantos del Ecosport. Un poco más adelante alcanzo a ver a Chusmari, Diego y Jime. Demasiado cerca. No más de treinta metros. Esto no es buena señal. Debo ir más deprisa de la cuenta.
Nos aproximamos a la cuesta y las primeras rampas me hacen moderar el paso. Ya en lo más empinado de la misma acorto la zancada y subo a un ritmo muy bajo, tanto que me adelantan varios corredores. Pierdo el grupo que me acompañaba. Sufro en el último tramo pero he alcanzado el objetivo, que no era otro que evitar ese agarrotamiento infinito de piernas y el colapso de los pulmones intentando oxigenar los músculos. Esta vez no. El ritmo suave en la subida me permite acelerar en seguida que enfilamos la bajada. Me adelanta la primera mujer como una bala y espabilo el ritmo para ir alcanzando algunos de los corredores que me han superado en la subida.
Me queda mucho que hablar del circuito. Quedan cosas que comentar, cosas que agradecer. Cosas de la entrega de premios en la que me lo pasé fenomenal. Alguna cosa que proponer y algún comentario de la clasificación.
Pero hoy todavía no he entrenado y tengo la bici “recién peiná”, esperándome que la saque.